Quintana Roo

Por Eva Murillo

 

Este domingo la mayoría de los fieles católicos que asistieron a misa en la Catedral Santísima Trinidad en Cancún respetaron las indicaciones de evitar contacto físico durante el rito de la paz aunque sí lo hicieron al aceptar que el sacerdote depositara la hostia consagrada en las manos, siguiendo las indicaciones del rector de la iglesia, Luis Octavio Jacobo Cortés.

Momentos antes de que iniciara el rito de la paz en la misa de mediodía en la catedral de Cancún, el sacerdote informó a los asistentes que por indicación de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) mientras dure la contingencia de salud por el coronavirus Covid-19 no se dieran el saludo de mano o abrazo.

La información sorprendió a los fieles católicos, algunos atendieron la indicación y sustituyeron el saludo de paz con la mano por una reverencia y una frase deseando tranquilidad a la persona.

Hubo quienes no tomaron en cuenta el llamado del sacerdote y no sólo unieron sus manos, también se abrazaron y besaron las mejillas de sus acompañantes.

La otra sorpresa fue previa a dar la comunión, pues el padre Luis Octavio Jacobo Cortés les dijo que la hostia no sería dada de manera directa en la boca de las personas.

Les explicó que debían unir sus manos, poniendo la mano izquierda arriba de la derecha y al momento de que la sagrada hostia fuera depositada en su palma hacer una reverencia, persignarse y finalmente tomarla con la mano derecha y llevar a la boca.

Fue puntual al decirles que no podían llevarse la hostia consagrada para comerla en sus lugares, sino que debían hacerlo delante del sacerdote.

En entrevista, el padre explicó que la indicación obedeció a que alguien podría mal utilizar la hostia consagrada, es decir, en actos alejados de la fe católica.

Estas medidas van a mantenerse hasta que las autoridades de Salud den nuevas indicaciones con respecto a las medidas preventivas por el coronavirus Covid-19.