Ante la suspensión de las actividades de Fiesta del Mar y el cierre de las playas en el Municipio de Carmen, como medidas de prevención contra el COVID-19, los expendedores de ropas quienes para esta temporada comercializan trajes de baño, cancelaron sus pedidos con los proveedores de hasta 60 mil pesos; la finalidad es evitar estar endeudados de forma económica, toda vez que la situación aún sigue siendo crítica para el sector comercio, mencionó Mario Hernández Domínguez, presidente de la organización de Trabajadores Unidos “Chechén”.
Hernández Domínguez, quien se dedica al comercio de ropas en el mercado sobre ruedas del Chechén, señaló que la pandemia de COVID-19 a nivel mundial está golpeando a todos los sectores en la Isla de Carmen, entre ellos a los comerciantes de ropas y calzados, pues al no ser estos productos de primera necesidad las personas dejan de comprarlos.
“Actualmente se puede observar que las grandes cadenas comerciales y tiendas de alimentos son las que están siendo frecuentadas por las personas, y las tiendas de ropa quedan en ultimo plano; las familias prefieren comprar alimento para luego no salir por varios días de sus hogares siguiendo el protocolo de prevención emitida por la Secretaría de Salud, para prevenir el COVID-19, mientras que a los comercios de ropas que habían previsto algún repunte en la temporada vacacional de Semana Santa se les esfumó esa esperanza, porque las playas fueron cerradas a los bañistas y se canceló la Fiesta del Mar”, manifestó el informante.
Indicó que no sólo la Fiesta del Mar se canceló, sino también la fiesta de Chuiná que concentra a miles de personas, esas festividades a pesar de que se llevan a cabo en el Municipio de Champotón, generaba de una u otra manera ingresos a los comerciantes de ropas y calzados.
Mencionó que esta situación puso en apuros a los comerciantes de ropas y aquellos que tenían pedidos con el proveedor tuvieron que cancelar ese convenio, pues no se van a estar endeudando si saben que no van a poder comercializar la ropa, por la suspensión de todos los eventos de playa en esta temporada de Semana Santa.
Añadió que actualmente por la psicosis del COVID-19 que existe en la población las ventas de ropas descendieron considerablemente, incluso las bodegas se quedaron llenas de mercancía, pues seguramente comerciantes de otras entidades también cancelaron los pedidos con los fabricantes de ropas en el Estado de Puebla.
“No estamos en contra de nada, acatamos las órdenes de la autoridad y colaboramos, pero de que hay pérdidas hay pérdidas; algunos que invirtieron en la compra de ropas no recuperan nada de los invertido y se quedarán con el producto y la ropa que trajeron para la temporada, pues los estilos cambian de forma constante y esto les afecta a todos, no sólo a los compañeros”, finalizó diciendo.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)