Por Yecenia González
Las construcciones de hoteles en la zona continental de Isla Mujeres comienzan a mostrar los efectos de la contingencia que se vive por el coronavirus COVID-19, pues la ausencia de trabajadores en dichas obras es más evidente; al igual que en las que están ubicadas en la zona hotelera de Cancún.
Después de que alrededor de 700 trabajadores de la construcción fueran regresados a sus lugares de origen, se hicieron más evidentes los estragos causados por la contingencia de salud que se vive a nivel mundial, por el COVID-19.
En un recorrido hecho por esta casa editorial, en la zona continental de Isla Mujeres se pudo constatar que las construcciones de nuevos centros de hospedaje lucen desoladas, sin el movimiento normal que conlleva darle vida a toda esa zona.
Sólo en una de las construcciones de hoteles que se edifican en dicha zona se pudo observar movimiento de trabajadores, aunque no en la cantidad acostumbrada.
La circulación de vehículos por la carretera en el tramo de Costa Mujeres hacia Isla Blanca es mínima, aunque pudo observarse presencia de trabajadores en algunos de los hoteles que siguen operando.
La gran mayoría de las construcciones lucen desoladas, y el movimiento usual sobre la carretera a Isla Blanca es casi nulo, lo que incluye a la actividad comercial informal que inició en esa zona con las construcciones de nuevos cuartos de hotel.
Los vendedores ambulantes, la mayoría de ellos de alimentos, también han resultado afectados por la contingencia de salud que se vive en la entidad, pues no hay a quién ofrecerle sus productos.
De igual forma, las construcciones y ampliaciones de hoteles que hay actualmente en la zona hotelera de Cancún, lucen vacías ante la falta de trabajadores que han sido regresados a sus lugares de origen, con la esperanza de poder volver a este destino turístico cuando finalice la contingencia de salud por el COVID-19.