Don Mauro Gómez Montejo ha dedicado 30 años de su vida a la venta de paletas de hielo y es primera vez que se ve afectado por una situación de pandemia, pues asegura que a diferencia de otros peleteros él prefiere irse a vender a la Península de Atasta y vender en los poblados, por lo que muchas veces también se para en las escuelas de las zonas rurales, con la situación del COVID-19 ha bajado su venta; Sin embargo, no pierde la esperanza de que al menos saque para la comida.
Con un carrito de cuatro ruedas y a sus 68 años de edad, Don Mauro demuestra que no hay impedimentos para trabajar, ni buscar la forma de ganarse la vida de una forma honrada. Señala que el ser paletero se convirtió en una profesión para él, ya que le ofrecieron otros empleos pero se quedó con las ventas de paletas de hielo.
Asegura que con lo que hoy está sucediendo en Carmen y todo el resto del País, la gente si es temerosa, pero como ya lo conocen desde hace muchos años todavía le siguen comprando, por ello todos los días se para en el Puente Zacatal, donde un conocido le da un “aventón” en una camioneta y se va a vender a todos los pueblitos como Puerto Rico, Atasta.
El es originario de Carmen y trabaja para la empresa Paleta desde hace más de 30 años, en días anteriores vendía de 80 a 100 paletas diarias, ahora sólo lleva 30 o 40 para que no se les.queden, ya qué hay muchas calles en las qué pasa que están solitarias, pues la gente está encerrada:
Asimismo dijo que él se quedó sin esposa; Sin embargo, vive con su hermana en la colonia Morelos, donde ayuda con los gastos de la casa y por eso tiene que trabajar todos los días, si no sale pues no tiene cómo apoyar en el hogar.
(Texto y fotos: Ignacio Morales)