Por María Luisa Vázquez
Ante el desplome en la ocupación hotelera, la falta de empleos y la reducción en el gasto familiar, diversas empresas proveedoras sacaron a la venta del público su inventario con grandes descuentos, principalmente los de perecederos.
Ayer una empresa distribuidora de lácteos y de embutidos en Cancún –Sigma– colocó 10 pequeños camiones por la ciudad para rematar sus productos; lo mismo hizo una empresa panificadora, así como una empresa distribuidora de frutas, verduras, embutidos y vinos, que está rumbo al aeropuerto, donde ofrece todo al 50 por ciento.
En los últimos días, a través de redes sociales y de whastapp se van multiplicando los mensaje de los sitios donde hay ventas de inventario de productos diversos, y de inmediato llegan los consumidores a comprar todo lo que pueden.
El camión de Sigma que distribuye embutidos y lácteos a las tiendas de autoservicio no se quiere quedar con nada, y la carga de yogurs en varias presentaciones y sabores; jamón, tocino, quesos, entre otros, se vende a los clientes, que ayer hacían larga fila bajo los candentes rayos del sol, con descuentos de entre el 30 y 40 por ciento, para evitar que se les eche a perder al decrecer el monto de compra en las tiendas, donde en sus pasillos ya se nota la ausencia de clientes.
La empresa panificadora del osito, también sacó su producto al percatarse que al momento de recorte en la economía familiar se compran alimentos indispensables, y también aprovechó para colocarse en varios puntos de Cancún, logrando altas ventas de su producto con atractivos descuentos.
Mientras que la empresa Gourmets Market, tienda que se dedica a la distribución de frutas y verduras así como otro tipo de insumos para hoteles y restaurantes, también sacó su inventario a la venta del público. El primer día tuvo buena afluencia, pero ayer se hicieron hasta filas para ingresar a la tienda, ante lo atractivo de los precios que ofrecen, casi todo al 50 por ciento.
La proveedora pesquera de Cancún, especializada en mariscos, también salió al publico para vender su producto que comúnmente distribuye en hoteles y restaurantes. Ofrece callo de hacha en 450 pesos el kilo, cola de langosta, camarón en sus diversos tamaños, cazón, jaiba y pulpo, todos a menores precios.
Estos son apenas algunos ejemplo de la venta que hacen las empresas de proveeduría en Cancún, que distribuyen a empresas de alimentos y bebidas, pero ahora salen al público en general. La mayoría intentará sobrellevar esta contingencia que para muchos más que sanitaria es de tipo económico a falta de ingreso, ante la súbita pérdida de empleos que tal vez puedan recuperar, pero sin saberse cuándo.