Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 28 de marzo.- Consumidores de esta ciudad capital están indefensos ante las alzas injustificadas que pudieran darse en alimentos y artículos de primera necesidad, luego de que el año pasado cerraran las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de Chetumal.
Y es que desde hace una semana la Profeco inició una serie de recorridos y visitas de verificación en establecimientos de la zona norte del estado, llegando a imponer sellos de clausura tras detectar alzas injustificadas de precios y otras violaciones a las normas mexicanas en detrimento de la economía familiar.
Sin embargo, en la capital del estado no se han podido realizar estas verificaciones, ya que el organismo de la defensa del consumidor dejó de tener presencia desde agosto de 2019, luego de anunciar el cierre de sus oficinas ubicadas en la colonia Centro.
Al no existir oficinas de la Profeco en Chetumal, las familias están indefensas ante la especulación de los precios y otros abusos comerciales que pudieran darse durante la contingencia sanitaria del coronavirus COVID-19; aunque se puede hacer la queja vía telefónica o por correo electrónico, el proceso es más tardado y puede no tener la misma efectividad que los recorridos de verificación y vigilancia.
Hasta ahora los supermercados no reportan alzas injustificadas de sus precios, a pesar de que la demanda de alimentos y productos de primera necesidad se ha incrementado notablemente.
Consumidores capitalinos refieren que el costo de ciertos alimentos se ha incrementado en las centrales de abasto, como el huevo, el pollo fresco y algunas frutas y verduras.
Para evitar el acaparamiento de los insumos y alimentos básicos, las cadenas comerciales están racionando la venta de sus productos, limitándola a un número máximo de piezas por cliente.
La afluencia de compradores se observó moderada durante este sábado, no se notaron las llamadas compras de pánico y tampoco existe escases ni desabasto de mercancías.