Quintana Roo

Un ejemplo a seguir

Por Santos Gabriel Us Ake

“Mi vida ha cambiado, no puedo abrazar a mis hijos ni a mi esposa al llegar a la casa ni convivir con los amigos como antes, y tengo que lavar mi ropa y bañarme antes de entrar a mi hogar para evitar el contagio”, dijo Daniel Enrique Ávila Ancona, enfermero y uno de los manifestantes en el Hospital General de Cancún en demanda de insumos para la prevención del Coronavirus COVID-19.

Daniel tiene que bañarse en el área pertinente al salir de su trabajo -ahora en el dispensario médico de Puerto Morelos, pues a los pocos días de haber manifestado su descontento por la falta de insumos en el Hospital General- además debe colocar su uniforme en una bolsa, vestir su ropa normal y retornar a casa, al llegar a su hogar de nueva cuenta se baña, lava la ropa de enfermería que usó y quema la bolsa que le sirvió.

Explicó que no salen uniformados a la calle después de laborar, porque la ropa podría ser una fuente de contagio; por precaución no abraza a sus hijos y esposa al llegar a su hogar, como normalmente hacen otras familias e incluso, dijo que hay enfermeros que tienen hijos recién nacidos y no han podido cargarlos entre sus brazos, pues prefieren privarse de esa felicidad a poner en riesgo al bebé.

“Tenemos familia, nuestra familia nos espera en casa y nuestro mayor miedo es que los que llegamos a casa no podemos saludar a nuestros hijos; hay compañeros que tienen hijos recién nacidos y no los han podido abrazar, no pueden estar con ellos”, narró.

También mencionó que ha tenido que aplicar restricciones con los amigos, debido a que ya no puede convivir con ellos de manera normal, y menos ahora que la recomendación es quedarse en casa para evitar la propagación de esta enfermedad.

El día 20 de marzo cuando realizaron la manifestación en el estacionamiento del Hospital General de Cancún “Jesús Kumate Rodríguez”  en demanda de equipo de seguridad para trabajar, recordó que en ese momento habían 11 casos positivos de Coronavirus COVID-19 en la ciudad, pero solamente uno había ingresado en la mañana en el nosocomio y los otros diez se encontraban aislados en sus casas.

Explicó que hay más de cien enfermeros del área de Incidencias, más los de urgencias, y ante esta situación del Coronavirus COVID-19 se asigna al paciente que van a atender y en su caso solamente le ha correspondido asistir a los sospechosos de tener esta enfermedad.

Destacó que es importante controlar este padecimiento dejando de salir a la calle, porque el hospital solamente tiene 20 camas de terapia intensiva, de tal manera que si llegan 40 enfermos en un mismo día no habrá capacidad para atenderlo y muchos menos si el personal se enferma.

Mencionó que en su caso decidió dejar de trabajar en el Hospital General a los pocos días de la protesta con los compañeros, pero aclaró que no fue solamente por el riesgo de contagiarse de Coronavirus sino por otras causas, y ahora solamente labora en el Dispensario Médico de Puerto Morelos.

Dijo que en virtud de que en un hospital existen áreas contaminadas, a su casa también le tiene dar el mismo tratamiento de desinfección, y desde luego cuando arriba a su hogar tiene que aplicar el protocolo como si estuviera entrando a un quirófano y todo esto ha cambiado su vida.