Por Karina Carrión
COZUMEL, 12 de abril.- Contrario a los Domingos de Pascua de la última década, este fin de semana las playas de Cozumel permanecieron vacías, salvo uno que otro lugareño o turista que decidió acudir a darse un “chapuzón”, a pesar del insistente llamado de las autoridades locales por no salir de sus casas ante la contingencia sanitaria del COVID-19.
Ante la falta de sanciones como las que se están aplicando en Isla Mujeres, en Cozumel la gente sigue actuando sin precaución y obediencia a la recomendación de quedarse en casa para evitar la propagación del coronavirus.
Tan es así que este Domingo de Pascua, una playa de la zona oriental tenía una familia que decidió acudir a bañarse, pese a que los accesos permanecen cerrados durante la noche, considerándose que no son permanentes, mientras que en las playas de la zona sur, también se observó a una mujer al parecer hospedada cerca de los hoteles de dicha zona, quien caminaba en la orilla del mar para darse un chapuzón, aprovechando que ninguna autoridad policial o de Protección Civil procedió a retirarla de las playas.
Es de resaltar que a diferencia de cualquier domingo en Cozumel donde las familias cargan neveras y botanas para refugiarse en las playas como acostumbran a hacer los Domingos de Pascua, este año se mantuvieron encerrados en sus casas, salvo una que otra familia que paseaba por las calles o en otros casos, los capturados en las gráficas dándose su baño en aguas caribeñas, importándoles poco su salud.
Hasta ahora existe el llamado “toque de queda” nocturno en el que se invita a la comunidad a permanecer en sus casas y sin salir a partir de las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana.
Esta restricción es para todas las familias sin que éstas salgan, salvo que tengan que laborar y puedan comprobarlo, en un momento dado, pero para el horario diurno no se está aplicando una mano dura para así evitar que la gente siga circulando en las calles e incluso en las playas.