Huellas de Pan es una organización civil que, desde hace 15 años, instaló un comedor comunitario para niños, adolescentes y jóvenes. Todos ellos han resultado afectados con el cierre del lugar, que sigue prestando sus servicios llevando despensas a las familias de los 80 beneficiados que tienen registrados hasta el momento.
En la región 96, una populosa colonia de Cancún, María José García, coordinadora administrativa de Huellas de Pan, dijo que ante la emergencia sanitaria cerraron su comedor comunitario donde todos los días 80 niños, adolescentes y jóvenes, que cursan desde primaria hasta preparatoria, llegan por su plato de comida, el cual es preparado por un grupo de voluntarias.
Todos los días se cocinan diferentes alimentos, de acuerdo a criterios de un nutriólogo, y ahora sólo saben que volverán hasta que así lo dispongan las autoridades.
Para la gente que quiera hacer un donativo, puede llevarlo directamente a la región 96, donde se encuentra Huellas de Pan. Principalmente se requieren productos no perecederos, como frijol, arroz y pañales.
Para más detalles pidió que consulten sus redes sociales, dónde especifican el tipo de ayuda que necesitan.
Con información de María Luisa Vázquez
Por Redacción Digital Por Esto!