Por Karina Carrión
COZUMEL, 14 de abril.- Triángulos de servicio público de agua purificada en Cozumel, laboran sin vigilancia o regulación alguna por parte de la autoridad sanitaria, toda vez que a pesar de que se vive una contingencia sanitaria por el COVID-19, la ciudadanía hace uso de éstos sin alguna medida higiénica.
A pesar de los constantes alardeos informativos que se hacen por parte de la Secretaría de Salud en la entidad, algunas representaciones locales hacen caso omiso de éstas o simplemente se encuentran cumpliendo su cuarentena, pese a que algunas de las dependencias son las principales en realizar acciones precisas en momentos de contingencia.
Tal y como es el caso de la Comisión Federal para la Protección de los Riesgos Sanitarios (Cofepris), quien en el caso de Cozumel, mantiene sin operatividad esta área porque los supervisores se encuentran en el municipio de Playa del Carmen, ya que en la Isla de las Golondrinas únicamente permanece abierto un módulo para trámites administrativos de permisos y liberación de tarjetas de salud.
Mientras tanto, no se observa a ningún personal en verificaciones ni en establecimientos de alimentos que todavía permanecen abiertos ni en supermercados donde también se despachan variados productos e incluso, ni siquiera se ha dado una suspensión en los triángulos de servicio de agua purificada, pese a que a estos no son regulados por ninguna autoridad, siguen siendo concurridos por gente que acude sin ningún tipo de protección como un cubreboca.
En un recorrido por al menos más de cuatro puntos donde se despacha el agua purificada de modo público, se logró graficar que al menos al día acuden más de cinco personas para el llenado de sus garrafones que si bien, no cumplen con la desinfección adecuada como en una planta purificadora, también se observó a clientes que sin portar ningún tipo de guante, hacen uso de los botones para despacharse y así sucesivamente conforme van llegando.
Durante el llenado del garrafón de agua, las personas habían tocado el tablero de pago y posteriormente, sin desinfectarse las manos o lavarse éstas, colocaron la tapa del botellón y se retiraron del lugar, acción que observó uno de los ahí presentes y decidió retirarse, no sin antes decir que sí representaba un riesgo que sigan abiertos dichos módulos porque ni la subdirección de Salud ni la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris ha colocado recomendaciones de cómo hacer ahora en plena contingencia el llenado de sus garrafones, propagando así las posibilidades de contagio en varias familias.