Pese a las recomendaciones constantes de quedarse en casa y disminuir las actividades no necesarias, tanto en Villas de San José como en Villas de Santa Ana, la vida de los habitantes transcurre con normalidad, sin la sana distancia ni otra medida preventiva, lo que deja a la población vulnerable a contagiarse o propagar el COVID-19.
El lente de POR ESTO! captó la cotidianidad de los ciudadanos, quienes siguen paseándose por las calles de los mencionados fraccionamientos con normalidad, sin mantener su sana distancia, tanto en las calles, banquetas como los comercios que operan con normalidad.
El tránsito es el mismo, se hacen pequeños embotellamientos por los peatones y el paso constante de los vehículos, mientras el transporte público sigue atiborrándose de los habitantes que salen de sus hogares para dirigirse a algún destino.
“Focos rojos”
A decir de algunos comerciantes locales, deben seguir abriendo diariamente porque es su medio de sustento, por lo que no pueden ni quieren hacer ningún tipo de paro, ya que no tienen otras fuentes de ingreso, así que deben seguir ofreciendo sus productos y esperar llevar el sustento a sus hogares.
Por ello, los ciudadanos entran y salen de los pequeños establecimientos como si nada, siendo las villas un punto importante de población, ya que hay muchas personas ocupando las viviendas que no cumplen con el número de habitantes por casa, lo que representa riesgos de contagio alarmantes por la cercanía.
Hasta el momento, no ha habido campañas de sanitización por parte de las autoridades, ni recomendaciones o avisos para reducir el importante flujo de personas de la zona, que pese al aumento de los casos siguen realizando sus actividades con normalidad y sin precauciones debidas.
(Texto y foto: Dayana Alcalá)