Por Raimon Rosado
Ardor, lagrimeo, resequedad en los ojos debido a la reducción del parpadeo y dificultad en enfoque a distancias con visión borrosa, sensación de ojos rojos, vista cansada y miopía temporal, que puede ocasionar daños irreversibles, constituyen los problemas en la salud visual que en este momento experimenta gran parte de los cancunenses, principalmente menores de edad y adultos en edad productiva, debido al aumento en el uso de dispositivos electrónicos con acceso a internet, como teléfonos inteligentes, computadoras, pantallas y tabletas, que durante el presente período de confinamiento por la contingencia sanitaria, requieren para continuar con sus actividades escolares y laborales, o bien para proporcionarse entretenimiento, señaló, el oftalmólogo, Joaquín Lozano Guasch, quien afirma que por tal causa podrían agudizarse entre la población, estos y otros problemas de salud colaterales.
El especialista, quien es director de la Clínica de Ojos Cancún, señaló que ocho de cada diez cancunenses, de entre 10 y 50 años de edad, acostumbran utilizar de manera cotidiana y constante, este tipo de aparatos, principalmente para mantenerse comunicado o entretenido y en menor porcentaje, para auxiliarse en tareas escolares y actividades laborales, lo que a raíz de la actual cuarentena, se ha convertido en algo mucho más frecuente, por las actividades a distancia.
Ello dijo, implica que la exposición a la radiación que emiten las pantallas de estos dispositivos aumente por lo menos al doble del tiempo que se da en condiciones convencionales, ya que entre los síntomas que experimentan las personas que “viven” con la vista fija en las pantallas del celular, tableta computadora, se encuentran los arriba mencionados, que puede a la larga conllevar daños irreversibles al sentido de la vista, como puede ser la miopía o degeneración macular, correspondiente al daño que sufre el tejido sensible a la luz, ubicado en la parte posterior del ojo.
El oftalmólogo, recomendó el uso de lentes capaces de filtrar adecuadamente la luminosidad que producen las pantallas de estos aparatos, así como mantener una constante lubricación ocular con gotas médicas para evitar mayores daños a la salud visual.