Cancún no está listo para adoptar proyectos verdes

Por Ángel Paredes

Proyectos ecológicos en Cancún no han tenido éxito, pese a que el objetivo principal es disminuir la contaminación del aire y el agua, tal es el caso de “ecobarcos”, una iniciativa privada de embarcaciones y paseos acuáticos no motorizados, “una idea innovadora pero de poca demanda, que terminó por desaparecer en el estado de Quintana Roo”, explicó Rafael González, quien  fuera integrante de dicho proyecto, quien resaltó la importancia de rescatar este tipo de embarcaciones, así como de regular las emisiones de dióxido de carbono de los barcos que se dedican a la actividad turística.

En entrevista telefónica, quien fuera uno de los promotores del mencionado proyecto, recordó que ecobarcos, llegó a Cancún en el 2013, dedicándose  a la venta de embarcaciones ecológicas, con la finalidad de promover el ecoturismo y paseos acuáticos no motorizados en todo México.

“Era un proyecto que comenzó a ir bien, pero desafortunadamente no hay una promoción del ecoturismo en Cancún, quizás no se le ha dado la importancia que se merece, creo que cada vez más destino turísticos deben ofrecer y hacer primordial el uso de unidades que no contaminen el aire y el agua, debemos fomentar el cuidado al medio ambiente y un estilo de vida saludable. A través de estas embarcaciones queríamos promover ese cuidado”, señaló González.

Explicó que destinos como Tulum, Bacalar, Akumal y Holbox intentan aplicar el ecoturismo para promover sus recursos naturales, en donde aún falta tener proyectos más enfocados a esa líneas, como por ejemplo, “que en vez de devastar, creen hoteles o bungalows  que estén dentro de la selva y se fomente el uso de transportes como la bicicleta y los barcos no motorizados, que serían una parte esencial en estas zonas para mantener el cuidado ambiental”.

Indicó que aunque en Cancún ya no cuentan con oficinas, pues decidieron trasladarse a lugares “que tienen una mentalidad más ecológica”, esperan en un futuro se retome en la ciudad el proyecto.

“En Cancún se dejó de vender en el 2017, aunque seguimos laborando con otras empresas fuera de este destino, en el extranjero por ejemplo, les proveemos de unidades innovadoras que le gustan a cierto sector turístico comprometido con el medio ambiente”.

Por último, recordó que si bien el proyecto se llevó a Cancún con la finalidad de reducir la huella de carbono que se genera a nivel turístico en México, que el turista pudiera disfrutar de la naturaleza sin el ruido de motores que ahuyenten a la fauna, y además, tener la oportunidad de realizar excursiones y paseos de manera tranquila, en familia, cómoda y segura, esto no pudo concretarse porque el destino aún no tiene una verdadera mentalidad ecológica, por lo que no importa que tan bueno sea cualquier proyecto, no podría afianzarse si esa característica no cambia.