Por María Luisa Vázquez
La Asociación Estatal de Padres de Familia se declaró en alerta máxima sobre la decisión que tomarán las autoridades educativas en lo que resta del mes, ya que su dirigente, René Acosta Manzanero señaló que cualquiera que sea la determinación -de volver o no a clases-, así sea en dos meses sólo para presentar exámenes, los padres de familia tendrán que adaptarse a las reglas de la “nueva normalidad”.
“Estamos muy atentos a los próximos anuncios, ya que si bien es un hecho que no vamos a regresar el día primero (de junio) también es un hecho que las autoridades del estado van a intentar, a través de los semáforos, ver si se puede regresar, por lo menos, a la evaluación”, dijo ayer tras conocer el anuncio del secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán.
En Quintana Roo, agregó, aún no hay un pronunciamiento al respecto, y “estamos muy atentos a lo que la autoridad decida”.
En caso de no regresar a las aulas, las autoridades educativas quedan en la obligación de reforzar el ciclo escolar 2019-2020 con lo que no se vio de manera presencial, y tratar de recuperar un poco del plan educativo, del que hasta mediados de marzo, ya se había cumplido al 80 por ciento.
Acosta Manzanero, dijo que en caso no regresar a las aulas, “se tienen que tomar medidas con autoridades educativas, ya que los estudiantes, como primer frente y los padres de familia, como un segundo frente, tenemos que estar involucrados en lo que sigue”.
Sin embargo, si Quintana Roo logra llegar al semáforo verde, antes del 17 de julio, fecha en la que hasta el momento de manera oficial termina el ciclo escolar, se tiene que hacer una limpieza a detalle de todas las escuelas, y en particular de las aulas y el mobiliario escolar, además establecer protocolos de higiene al interior de las escuelas y aulas, ya que es un hecho que seguirán las medidas sanitarias.
“Vamos a seguir con el cubrebocas, lavado de manos, y todas las medidas para proteger la salud de los estudiantes y los maestros”, indicó.
Incluso no descartó que el regreso a las aulas sea escalonado, sólo para que los alumnos, principalmente de educación básica, sean sometidos a un proceso de evaluación para terminar el ciclo escolar.
Cabe señalar que en Quintana Roo son casi 345 mil alumnos los que cursan educación básica -preescolar, primaria y secundaria- de los que 295 mil van a escuelas públicas, los otros 50 mil alumnos, también de educación básica, estudian en escuelas privadas.