Los locatarios del Mercado Público “Alonso Felipe de Andrade” ayer cumplieron cinco años de haberse mudado al actual recinto, construido con atrasos, deficiente e incompleto por la empresa Acciona Infraestructura México S.A. de C.V., una obra de más de 250 millones de pesos.
El Mercado debió acabarse en octubre de 2014, luego de que inició el 9 de abril de ese año; Jorge Luis González Curi, titular de la entonces Secretaría de Desarrollo y Obras Públicas (SDUOP), omitió hasta el último momento que pudo todos los señalamientos por los retrasos de Acciona a la que solapó defendiéndola en todo momento con justificaciones que sólo él creía.
El proyecto formó parte de las promesas incumplidas de Fernando Eutimio Ortega Bernés, ex gobernador de Campeche, quien en 2012 le entregó el contrato a Acciona con un plazo no mayor a dos años; sin embargo, la empresa incumplió.
Además de la empresa, dirigentes de grupos de locatarios del mercado, en una clara lucha por figurar para tener poder político, hicieron que se modificara muchas veces el proyecto original.
Ignorantes totalmente del más mínimo concepto de arquitectura, los locatarios en ese tiempo hicieron que se eliminara el estacionamiento, ya que ocuparía toda la planta baja y los locales estarían en una planta alta a la que se accedería incluso con un elevador. El argumento de esta gente fue que los clientes ‘no subirían a la planta alta’ como pasaba el siniestrado Mercado de Artesanías y Gastronomía.
Acciona, para ahorrarse hasta el último centavo, le vinieron como anillo al dedo los pleitos entre los locatarios, ya que en la cara de todos disminuyó el presupuesto al ‘eliminar de la ecuación’ el elevador que podría rondar los 60 millones de pesos e incluso no hizo correctamente el tablaestacado del malecón.
Oportunidad política
Los vergonzosos atrasos de Acciona, una empresa multinacional -que por ejemplo, en Quito, Ecuador, lleva un atraso de dos años construyendo el metro de esa ciudad- defendida por la cuestionable administración priista de Ortega Bernés, fueron usados en beneficio de los actores políticos del momento, como el ex convicto Enrique Iván González López que cuando fue Alcalde de Carmen (2012-2015) entregó ‘concesiones’ de los locales a la gente del mercado que estaba afín a él en sus ambiciones políticas ligadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El panista Pablo Gutiérrez Lazarus, cuando sucedió a González López en el poder como Alcalde (2015-2018), hizo lo mismo, primero desconoció las concesiones que dio su antecesor y luego dio las suyas para afianzar su poder y debilitar a los remanentes priistas, pero aun así perdió las elecciones pasadas cuando trató de reelegirse.
(Texto: Agustín Ferrer)