El sacerdote maya de San Francisco, Pedro Ku y May, “profetizó” desde el mes de junio de 2019 una gran calamidad sobre la humanidad por la aparición de los grillos con rayas amarillas y negras en varias comunidades de la zona rural del municipio de Lázaro Cárdenas, y seis meses después comenzó a expandirse la pandemia del coronavirus COVID-19 en todo el mundo.
Como se recordará en varios ejidos de Lázaro Cárdenas surgió una plaga de grillos a mediados del año pasado clasificado con el nombre de “grasshopper tropidacris cristata”, propio de la selva tropical de Costa Rica y algunos países de Sudamérica, y devoraban las hojas de los cultivos de los campesinos, suceso que el periódico Por Esto! publicó varias veces en su momento.
El sacerdote maya, quien realizó una ceremonia en Ignacio Zaragoza cuando Andrés Manuel López Obrador visitó el lugar en campaña presidencial, explicó que antes se habían presentado otras “señales” tales como la precipitación de lluvia salada y caliente, y dijo que esto afectó al nance agrio silvestre conocido en maya como “sacpá”, así como la falta de las lluvias para la siembra caían de manera puntual en mayo y junio, pero desde el huracán “Wilma” en el 2005 hay sequía cada año e incluso ha caído granizo en algunas zonas.
Comentó que esos grillos habían aparecido también hace unos seis años y destacó que todo esto es producto de la contaminación de la Tierra que el mismo hombre ha ocasionado y se manifiesta en la naturaleza como “señales” de catástrofes y alertó que se debe incentivar la producción del campo porque podría sobrevenir una hambruna por la afectación al medio ambiente.
Explicó que los fenómenos que se presentan en la naturaleza son “señal de castigo” contra la humanidad porque la gente ha contaminado el mundo, y recordó que en el 2018 sembró maíz en una superficie de dos hectárea y hubo un poco de producción, pero hace 50 años la cosecha de maíz, frijol, calabaza y otros productos eran abundantes y no se perdía como ahora.
Comentó que los antiguos campesinos mayas hacían ceremonias al cuidador del monte, al que llamaban “Yuntzil”, y les ofrendaban bebidas elaboradas a base de maíz conocidas con el nombre de “sacab”, y dijo que estas bebidas se guardaban en las noches y cuando amanecía seguían frescas con el rocío de la mañana a pesar de ser temporada de calor, pero ahora se secan rápidamente y hasta se descompone por el cambio climático.
Explicó que los antiguos mayas mantienen la creencia ancestral de que el “Yuntzil” es el que mueve el agua, con su poder esconde el agua, anuncia la sequía o hambre, y advirtió que la mercancía que vende el gobierno y los comerciantes se puede acabar y entonces la situación puede empeorar si no se toman las medidas necesarias para sembrar por lo menos para el autoconsumo.
Con información de Santos Gabriel Us Ake
Por Redacción Por Esto!