Quintana Roo

Por Lusio Kauil

 

JOSÉ MARÍA MORELOS, 26 de mayo. – Desde que amanece hasta ya entrada la noche, deambula por las calles de la ciudad un joven que posiblemente tenga problemas de salud mental. La gente de la cabecera le dice “El Torito”, porque mientras camina mantiene levantada la mano izquierda, como tapando la cara para que no le afecten los rayos del sol.

Muchas veces se le ve hablando solo e incluso sonriendo, muestra de que disfruta el soliloquio.

En algunas ocasiones pide a las personas que le regalen un peso, pero otras veces se la pasa caminando sin dirigir la palabra a nadie.

Se le ha visto solo, sentado por el mercado o cerca del hospital.  Algunas personas que lo conocen le hablan y le ofrecen un refresco o unos tacos o alguna fruta: él con gusto lo acepta, pero no pide.

“El Torito”, cuyo nombre real es Gabriel Cabrera Blanco, duerme donde le asalta la noche. Algunas personas de esta ciudad aseguran que siempre llega a dormir en la casa donde vivió con sus padres cuando era niño, sobre la calle Cobá con Tihosuco, de la colonia Santa Lucía.

 “Era un chico normal”

Antonio Blanco Nahuát, un ciudadano de la cabecera municipal, y que conoció a “El Torito” de niño, dijo que Gabriel “era un chico normal de la colonia, pues jugaba, reía y platicaba”.

Comenta que cuando se mudaron de la colonia Santa Lucía pasaron varios años y no supo de “El Torito” hasta que un día lo vio deambulando en las calles de esta ciudad ya “…con malos hábitos”

Refiere que a ese joven, de unos 27 años de edad (calcula) lo han llevado a rehabilitación, pero hasta ahora no lo han hecho cambiar, pues sigue en la calle deambulando y hablando con su propio ego, ese mundo interior del que se ha negado a salir porque “seguramente no quiere ver la otra realidad; la realidad en la que estamos inmersos los ‘seres normales’ a su alrededor”, intuyen los pobladores.