Quintana Roo

Por Yolanda Gutiérrez

Los productos del mar que las industrias pesqueras en Quintana Roo almacenan en sus congeladores sin poderse comercializar a causa de la pandemia del virus COVID-19 pueden pasar hasta un año en esas condiciones sin perder sus propiedades, sin que represente pérdida para las empresas, que incluso han donado parte del producto a diferentes organizaciones, además de adoptar estrategias que permiten dar salida a los excedentes, como disminución de precios o entregas a domicilio, según manifestó Carlos Fuentes, representante de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera en Quintana Roo.

Quien agregó que no se atrevería a dar un aproximado del volumen de producto que de manera global pudiera estar almacenado y, aunque estimó que  en las más grandes hayan quedado hasta varias toneladas, no cuenta con los suficientes elementos para manejar cifras.

Carlos Fuentes comentó que al no haber casi producción, o al menos no la normal para esta época del año, se consigue dar salida, de manera paulatina, a los volúmenes que existen en bodega y reconoció que, pese a haber disminuido el mercado, se crearon diversas estrategias a las que casi todas las empresas del giro se han adaptado.

“Existe el reparto a domicilio y todas las empresas lo están haciendo, no hay una sola empresa que no esté adaptándose a la realidad del mercado, se sigue vendiendo, las pescaderías siguen abiertas como negocios prioritarios, las empresas pesqueras también; algunas tomaron  medidas como reducir el personal, mandar a su casas a los adultos mayores, trabajo en sus hogares, pero en  lo que se refiere al manejo de los inventarios en bodega y toda actividad que requiera del personal, no se puede prescindir de nadie”.

Manifestó que, además de las estrategias de mercado,  algunos industriales pesqueros con excedente de producto en sus congeladores  se sumaron a la causa e hicieron donativos a diferentes organizaciones que reparten alimentos a las familias o grupos más vulnerables para ayudarles en la contingencia.

“Con los excedentes no hay mucho problema porque la caducidad de los productos no es a corto plazo, tienen una vida mucho más larga de lo que durará la crisis de la pandemia, congelado generalmente se conserva de una temporada para la otra, precisamente para eso se hacen las vedas y los inventarios de las vedas, para poder comercializar el producto los meses que no se puede capturar”.

A pregunta expresa, el industrial señaló que desde hace algunas semanas empezaron a salir del muelle de Puerto Juárez algunode los 19 barcos que conforman la flota pesquera y reveló que el domingo regresó bien cargada de pescado una embarcación que permaneció por diez días en el mar.

“Sabemos cómo está la situación pero la característica de los industriales es correr riesgos y los asumimos de manera permanente, somos gente que damos empleos, que siempre estamos en la lucha, probablemente sigan lasmismas condiciones del mercado pero, nosotros estamos propiciado que haya las cosas, al mandar los barcos si ya tenemos el pescado, nuestro riesgo es buscar como lo distribuimos, qué hacemos con él, lo procesamos, lo congelamos, lo vendemos lo distribuimos, lo sacamos a domicilio, hacemos lo que sea necesario”.