La empresa de análisis clínicos Pasteur cerró sus puertas después de que la química María Dolores Oviedo diera positivo al COVID-19, por lo que al ser propietaria y responsable de la misma, puso en aislamiento domiciliario a ocho personas, así lo confirmaron empleados de la misma clínica, quienes aseguraron estar bien de salud; sin embargo, por motivos de prevención y seguridad no están laborando, dejando sólo la sucursal COVID en funciones.
La misma diputada local y dueña del laboratorio publicó a través de sus redes sociales que se había contagiado del virus, pero gracias a su detección oportuna pudo salir a flote de la enfermedad que hoy tiene en jaque a todo el mundo, y es que en su cuenta personal publicó que estuvo tres días con fiebre y dolor de cabeza.
En días pasados esta casa editorial publicó que un especialista en análisis clínicos había señalado que en Carmen se estaba trabajando con pruebas de COVID-19 que aún estaban en análisis por la Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y que si había algunos, sí hacían pruebas PCR para detectar los anticuerpos en el ser humano ante alguna infección; sin embargo, estas son las que por muchos años ya se venían haciendo y no las pruebas anticuerpos COVID-19; en tanto, estas ponían en riesgo al personal de los laboratorios.
Por ello, ante la prueba positiva de la química María Dolores Oviedo, la misma diputada ordenó, según testimonios de sus empleados, cerrar y mandarlos a casa a resguardo domiciliario para evitar que se contagien o si presentaran síntomas contagiarían a más personas, además de que se les sigue pagando su salario.
Cabe mencionar que la única oficina que sigue abierta es la sucursal COVID, la cual presta servicios a empresas petroleras en la detección del virus SARS-CoV2; hasta el momento la funcionaria continúa en recuperación y señala que fue gracias a la detección a tiempo que ha podido hacerle frente a la enfermedad.
(Texto y fotos: Ignacio Morales)