Quintana Roo

Por Lusio Kauil

 

JOSÉ MARÍA MORELOS, 10 de junio.- Luego de 18 años de haberse abandonado, por haber sufrido una inundación, lo que ahora se conoce como el pueblo San Marcos Antiguo se volvió a convertir en una “laguna”, y mucha gente que tiene ahí sus sembradíos de maíz y calabaza quedaron debajo del agua.

San Marcos Antiguo, según comentó un ejidatario del lugar de nombre Antonio Cimé, empezó a inundarse el domingo 7 y ya el lunes 8 el agua había alcanzado anegar todo lo que era la zona centro del poblado.

Sin embargo, manifestó, el agua cubrió, ayer martes, literalmente todo lo que era el casco urbano y empezó a subir hasta llegar a los dos metros en las partes más bajas.

Don José Vicente Dzul Blanco, otro ejidatario de San Marcos, recordó que la primera vez que se inundó el pueblo fue el 26 de septiembre del 2002.

Indicó que si la gente no hubiera salido del pueblo estuviera sufriendo de nueva cuenta los estragos de otra terrible inundación, expresó.

Comentó que la vez que se inundó San Marcos, mucha gente no quería dejar sus casas, pues, abundó insistían en permanecer ahí, aunque estuviera inundado el lugar.

Por lo mismo, refirió que la autoridad de esa época, en algunos casos, tuvo que sacar a la fuerza a la gente para ponerla a salvo; ahora pensamos que la autoridad actuó bien, reconoció.

De la otra comunidad de San Marcos fueron evacuados en el 2002, 45 familias, y la mayoría de ellas se fueron encomendando con sus familiares que vivían en La Presumida, Dziuché y la cabecera municipal.

El entonces gobierno del estado abrió un nuevo centro de población a la orilla de la carretera federal 184, y ahí se construyeron 45 viviendas. En el 2003, se entregaron esos pies de casas a cada familia, para que las habitaran.

Muchas familias se instalaron en sus nuevas casas, otras, por el contrario, se quedaron con sus familiares en La Presumida o en la cabecera municipal.

Don José Vicente Dzul Blanco refirió que las personas de edad que observaron cómo se fue inundando San Marcos hace 18 años, ya no están, pues ya murieron, pero quedan sus hijos, y son ellos los que están testificando, de nueva cuenta, la inundación del antiguo pueblo, manifestó.

El agua, según don José Vicente Dzul, se va mantener como unos 5 meses antes de que se seque o se filtre.