Por Yolanda Gutiérrez
El sector pesquero quintanarroense teme que se desplomen las ventas en el mercado local y nacional de alrededor de mil 500 toneladas de escama destinadas anualmente al consumo interno, debido a la apertura del gobierno federal para la importación de 38 mil toneladas de filete de pescado congelado procedente de China y Vietnam, consideró Baltazar Gómez Catzín, presidente de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera en el Estado; detalló que de las casi tres mil toneladas generadas anualmente en Quintana Roo, el 45% se exporta a California, Japón y China, principalmente y el otro 55% se divide entre el consumo estatal, sobre todo en la zona norte, Yucatán y la CDMX.
William Aguiñaga Chay, dirigente de las Cooperativas Pesqueras de la zona norte expresó por su parte que la entrada de las 38 mil toneladas de filete congelado, de no muy buena calidad, podría desbancar al mercado local y terminaría de dar la puntilla al sector, en virtud que se comercializaría a precios muy por debajo de los del mercado, justo en unos momentos en los que el sector pesquero confiaba en empezar a recuperarse de la racha que sufren desde que se presentó la pandemia de COVID-19.
Gómez Catzín expresó que por si no fuera poco el desplome de las ventas registrado en los últimos tres meses, la eliminación del subsidio al diésel marino y el embargo por parte de Estados Unidos, la estocada final será la importación de 38 mil toneladas de filete de pescado congelado, libre de impuestos, que inundará el mercado nacional con producto de mala calidad, que por lo menos lleva seis meses congelado, procedente en su mayoría de Vietman y China.
“Tenemos poca demanda en México y van a traer producto de otros lugares, parece que el gobierno quiere pulverizar la economía del pescador ribereño; esperábamos con impaciencia la apertura turística de Quintana Roo porque automáticamente incrementaría la demanda de productos de escama, pero con la irrupción del pescado asiático la gente no va a comprar pescado para filetear, esto es algo que afecta desde el pescador hasta el empresario, del más chico al más grande”.
Por su parte, William Aguiñaga comentó brevemente que el gobierno mexicano actúa al revés, ya que es ahora cuando más se necesita fomentar el consumo local y detener las importaciones, al igual que lo está haciendo Estados Unidos, sin embargo “aquí creo no se comprende la importancia de mantener un sector pesquero estable y esta medida de importación de las 38 mil toneladas de filete viene a terminar de sepultar al agonizante sector”.