De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 14 de junio.- Personal femenino que se encuentra laborando en el tercer periodo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) denuncian acoso sexual, discriminación y abusos laborales por parte de algunos coordinadores quienes han logrado que varias mujeres renuncien a su cargo debido a los roces diarios a los que son expuestas sin tener garantías de respeto a su integridad, ante el temor de perder sus puestos en este periodo de pandemia las afectadas no han tomado medidas legales por lo que piden el apoyo de altas esferas federales.
Durante este próximo periodo de trabajo en el INEGI de esta localidad diversas mujeres que se encuentran a cargo del reclutamiento del personal de verificación han sufrido graves acosos sexuales ya que reciben mensajes subliminales para que puedan acceder a citas con sus jefes directos o mientras se encuentran en sus oficinas son rozadas con las manos en algunas partes de su cuerpo logrando que algunas deban de resistir por el temor a perder sus puestos de trabajo y teman no poder llevar el dinero necesario para su familia mismas que en este momento están pasando una grave crisis económica.
Las afectadas que han omitido sus datos por temor a ser despedidas se encuentran buscando la manera de poder llegar a altas esferas federales que puedan poner fin a los abusos de algunos jefes como Luis Alberto Serrano Sánchez que ya cuenta con antecedentes del acoso que genera hacia la comunidad femenina, las afectadas señalan que por el momento de la pandemia la crisis las obliga a resistir en dichos puestos de trabajo pero al no resistir dicho acoso deberán de acudir a las autoridades correspondientes para entablar las denuncias pertinentes.
Hasta el momento solo una de las afectadas se ha visto obligada a desertar de las filas del INEGI y aunque ha sido requerida nuevamente para darle continuidad al proyecto del censo 2020 se ha negado por el rechazo total al abuso del que ha sido víctima y que mientras que los jefes inmediato no pongan orden sobre el respeto e integridad de las trabajadoras, al igual que no brinden las garantías necesarias para que lleven a cabo sus albores y sean requeridas en horarios nocturnos o enviadas a zonas de alto riesgo solas quedando expuestas a ser víctima de otros delitos.