En el tianguis de El Chechén, comerciantes se quejaron de que desde que colocaron las vallas para evitar el paso de vehículos sus ventas cayeron drásticamente, esto combinado con las lluvias les ha imposibilitado conseguir las mismas ganancias que antes, por lo que piden a las autoridades reconsiderar las restricciones o que haya algún tipo de apoyo para subsistir.
“Hace como dos semanas pusieron las cercas y nos ha afectado bastante, hay días que no viene nadie, aquí estamos todo el día, desde las siete de la mañana y hasta las seis de la tarde, pero a como está ahorita está siempre y nosotros nada más dependemos de esto y vendemos barato, necesitamos el apoyo de la gente porque apenas sacamos para comer”, señaló Rosa María Chan.
Desplome
Indicó que ningún funcionario de gobierno ha acudido a ver su situación real, solamente restringen el paso pero no se cercioran de ver que vendan. Ejemplificó que los de Copriscam han acudido a su negocio y exhortan que no haya gente y ella les ha dicho que pasan los días sin ningún cliente, por lo que de nada sirve que vayan a hacer sus rondines, aunque sí cumple con portar cubrebocas y mantener agua con jabón para los clientes.
“Ni siquiera los domingos tenemos gran venta, nos visitan más los cobratarios y los que nos venden comida que la gente que compra, y eso que vendemos ropa nueva, tenemos muy buenos precios; antes sí vendíamos bastante, ahora anda y los de al lado hasta dejaron de venir porque de plano no hay cómo, pero nosotros seguiremos vendiendo”, concluyó la entrevistada.
Por su parte, el señor Manuel May León se dedica a la venta de frutas y verduras y dijo que después de haber sido limitados con el paso de los ciudadanos, aunque la venta antes era baja, al poder circular los carros se bajaban a comprar, pero ahora no tienen esa fuente y sólo les compran los que viven en los alrededores.
Ni la tercera
parte de ventas
“Vendemos como un 30 o 20 por ciento, yo estoy desde las seis de la mañana y me quito a las nueve de la noche, se puso peor la cosa, incluso en sábado y domingo, y es peor porque las patrullas quitan a los clientes, nos están perjudicando, no me quedan alternativas, comemos puro frijolito y huevito porque no hay para más”, enfatizó.
Subrayó que ha querido gestionar créditos, pero no les tocó ni porque son comerciantes, así que han tenido que recurrir a préstamos donde les cobran altos intereses, cuando querían acceder a los de gobierno para ayudarse los han dejado olvidados totalmente en el tianguis, y aunque no ve mal que el gobierno cuide a los ciudadanos, están golpeando a los microempresarios.
“Todos estamos igual, nadie vende, otros compañeros han cerrado porque la venta es nula, ya queremos que levanten esas cercas para que dejen pasar a la gente, porque sí nos la vemos difícil, tenemos familia que mantener, muchos gastos y de plano hay que estirarle, yo seguiré viniendo todos los días, salvo que llueva, porque eso es otra cosa que nos perjudica, cuando caen las lluvias hasta perdemos de más, pero ya ni qué hacerle”, finalizó.
(Texto y fotos: Dayana Alcalá)