Comerciantes de la Manigua aseguran que este 2020 ha sido el peor año de muchos, ya que no sólo han tenido que enfrentar la crisis por el COVID-19, sino además los embates de la naturaleza y la falta de apoyo por parte del Gobierno, ya que por un lado a ellos les prohíbe trabajar; y por otro lado las autoridades de la Comisión de Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Campeche (Copriscam) permiten la venta clandestina de bebidas alcohólicas, con el afán de cobrar “mochadas”.
Carmen Rodríguez asegura que primero fue el cierre de los negocios por las medidas sanitarias de sana distancia, ahora es el mal tiempo y la erosión de la orilla de la playa, aunado a ello que ya pasó la temporada vacacional y si bien ellos no son una cantina, su negocio sí depende de la venta de mariscos acompañados de cerveza.
“Todo nos vino a acabar, ya nos habían dicho que podíamos trabajar y ahora que ya no, nuestra actividad es botana y la cerveza pero con esto nos paran todo, pero ahorita los que están haciendo negocio son los que se dedican a vender de forma clandestina, ahí la gente compra al triple los precios y las autoridades no hacen nada al respecto”, expresó.
Asimismo señaló que su negocio servía para dar un salario a siete familias, de las cuales sólo se tuvo que quedar con dos y a medio sueldo por el hecho de no estar trabajando y no tener ingresos; mientras que las autoridades ni siquiera un crédito les han ofrecido, por ello el balneario de la Manigua ha subsistido por sí solo, pero si les paran todo no hay de dónde salir adelante.
Por último, exhortó a las autoridades buscar soluciones para que los empresarios restauranteros puedan empezar a trabajar, ya que cumplen con todas las medidas sanitarias que se han recomendado; pero sí urge que puedan abrir, ya que también tienen familias que mantener y nadie los está apoyando.
(Texto y fotos: Ignacio Morales)