Quintana Roo

La Fortaleza fue derribada por 'Cristóbal”

Por Raimon Rosado

 

Habitantes de la colonia irregular La Fortaleza no pudieron escapar a los embates de “Cristóbal” durante dos largas noches en vela, ya que sus precarias viviendas construidas con paredes de madera y techos de cartón de lija, dejaban pasar el viento y la lluvia que empapó sus pocas pertenencias, relató Maritza, habitante de este asentamiento donde tras el paso de la tormenta tropical, las anegaciones en sus calles de tierra y caminos de acceso, así como averías en techos y paredes de sus casas, fueron el común denominador.

Al realizar un recorrido por este asentamiento, uno de los aproximadamente 100 que la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable del Gobierno del Estado, contabiliza en el Norte de la entidad, en sus pedregosas y precarias cales, los múltiples charcos, daban cuenta de las copiosas lluvias dejadas por el fenómeno.

Maritza, madre de cinco hijos  con edades de 12, 9, cuatro, dos años y un bebé de cinco meses de nacido, relató que tanto ella como el resto de sus vecinos, no pudieron dormir durante dos noches de fuertes lluvias y vientos, al tratar infructuosamente de evitar que sus humildes pertenencias y muebles se mojaran.

“Se mojó parte de nuestra ropa y la cama donde duermen los niños. Aunque la corrimos hacia donde no caía el agua, no fue posible evitarlo, por que el techo todo se nos filtra”, mencionó.

Una situación similar, vivieron Alfredo y su familia, conformada por su esposa María, sus tres hijas y cinco nietos, quienes en un espacio de cuatro viviendas contiguas, pasaron serias penurias tratando que la lluvia no entrara a sus casas.

“La lluvia se metía por todos lados, pues el viento voló una parte del techo de lija, y ahora, tuvimos que poner a secar nuestra ropa y reparar el techo”, señaló, mientras aprovechaba la mejoría mostrada ayer por el clima, para remediar de sus posibilidades, los daños que les dejó la tormenta.

Elisa, otra vecina de La Fortaleza, cuya familia la integran su esposo  Rodolfo y tres hijos de 10, 16 y 20 años, dijo que  los dos días de tormenta con sus noches, fueron largos y angustiantes, pues el que encharcó parte de su patio, también se metió a su casa, por lo que entre todos, tuvieron que dedicarse a sacarla y a evitar que sus pertenencias se mojaran lo menos posible.

Los vecinos del lugar, señalan que durante la contingencia por COVID-19, sólo una vez les han entregado despensas, por lo que al no haber en la actualidad muchas oportunidades de trabajo, tiene que ingeniárselas para llevar comida a sus mesas.

Por ello, son el pescado y los cangrejos que los jóvenes y hombres adultos del lugar salen a pescar a los manglares, la base de su alimentación, complementada con algunas hortalizas cultivadas por ellos.

Ante las afectaciones que la tormenta “Cristóbal” dejó en La Fortaleza, sus habitantes esperan recibir apoyos con la entrega de láminas o lonas que permitan dar mayor protección a sus viviendas, durante la recién iniciada temporada de huracanes.