Quintana Roo

Por Víctor Rodríguez

 

PLAYA DEL CARMEN, 7 de junio. De acuerdo con el semáforo estatal epidemiológico, las playas del corazón turístico de la Riviera Maya se mantendrán cerradas con impacto a más de doscientos prestadores de servicios de la costa, pese a que para el norte del estado fue decretado de color naranja, lo que permite el regreso gradual de algunas actividades de la industria sin chimeneas no esenciales.

Sin embargo, en esta reactivación gradual los prestadores de servicios padecerán el recale masivo y rápida descomposición del sargazo, así como la sentida erosión de algunas de las playas del centro del destino vacacional.

Aunado al cierre de las playas, el principal producto que oferta el destino a los visitantes nacionales e internacionales, se suma la baja afluencia de turismo, cuyas estimaciones marcan las primeras posibles llegadas hasta mediados de julio con las vacaciones de verano.

En ese sentido, la Policía Turística Municipal y el cuerpo de guardavidas mantienen la vigilancia en la costa para evitar que locales y visitantes ingresen, conminando a retirar a quienes lo hagan para no ser sujetos de arresto preventivo por 36 horas.

Con la reapertura a partir de este lunes de algunas de las actividades turísticas no esenciales por el semáforo naranja para el norte del estado, incluyendo el municipio de Solidaridad, las playas quedan excluidas y mantendrán paralizados a por lo menos 200 prestadores de servicios desde el muelle fiscal con cruces a Cozumel hasta la zona de Cocobeach, considerado el centro del polo vacacional.

Finalmente, cuando el semáforo estatal epidemiológico sea decretado en color amarillo las playas se abrirán nuevamente a los bañistas locales y turistas en un 60 por ciento, con medidas sanitarias a implementarse para una reactivación total, alcanzado con la fase verde.