En Holbox registran baja actividad en los recorridos de avistamiento del tiburón ballena y en el puerto de Chiquilá, los tours no tienen demanda, pues debido a la pandemia, los costos se elevaron y el número de pasajeros se redujo para poder mantener la Sana Distancia en las embarcaciones, sostuvo Leonardo Ramírez de la cooperativa Miramar.
El dirigente de la cooperativa del puerto de Chiquilá dijo que los turistas pasan de largo, ya que su principal destino es la isla de Holbox donde pueden acceder a este mismo tour.
Leonardo Ramírez comentó que en el puerto de Chiquilá, sólo unas 10 o 12 lanchas obtuvieron los permisos para los tours del tiburón ballena, ya que de las cinco cooperativas que hay algunas lograron registrar hasta tres lanchas, ya que cada día está más rigurosa la asignación que hacen las dependencias encargadas.
Al día sale una o hasta dos lanchas cuando mucho, primero porque el turismo se dirige directamente a Holbox, segundo porque los precios del tour del tiburón ballena aumentó entre 3 mil 300 a 3 mil 500 por persona en esta temporada, precio que resulta ser muy caro para los visitantes nacionales.
El dirigente comentó que debido a la pandemia únicamente pueden llevar como máximo cinco pasajeros para cumplir con la Sana Distancia y es por ello que los espacios que no se ocupan han encarecido los precios de estos recorridos, ya que de lo contrario, no recuperarían lo que invierten en combustible.
En Holbox, los lancheros turísticos informaron que existen cuatro cooperativas que ofrecen los tours a la zona de avistamiento del tiburón ballena y sólo salen de entre tres a cuatro embarcaciones al día, una actividad consideraba muy baja, entre un 10 y 15 por ciento.
Los prestadores de servicios comentaron que el año pasado para este mes, ya había una actividad cercana al cien por ciento, en un promedio de 50 embarcaciones con las que se cuenta en el destino turístico.
Externaron que esta temporada a causa de la pandemia, no es mucho lo que han podido obtener con el tour del tiburón ballena, del que depende un promedio de 200 personas, considerando capitanes, guías, así como empleados de las cooperativas.
En el 2019, externaron que la actividad era del 90 por ciento, ahora se trabaja un 80 por ciento menos, de modo que se puede notar a simple vista lo baja que se encuentra la demanda y que sólo permite sacar para los gastos, pero no pierden la esperanza de que la situación pueda mejorar.
Por Luis Enrique Cauich