La desaparición de la cacofonía humana y la parálisis de actividades durante el confinamiento, fue benéfica para los animales. La cuarentena implementada para evitar la propagación del COVID-19 en Quintana Roo les dio la confianza de salir de sus hábitats naturales y pasear por donde los humanos lo hacían antes de la cuarentena.
Durante el confinamiento, las incursiones de especies de animales se hicieron habituales, los pájaros rompiendo con sus cantos el silencio, los jabalíes, mapaches, coatíes, tortugas, delfines, monos, manatíes y otros, dependiendo de la zona del territorio quintanarroense, salieron a retomar, aunque fuera por un tiempo, los espacios que eran suyos.
Felipe Carrillo Puerto
Loros y tucanes aprovecharon los meses de confinamiento para acercarse a la zona urbana de Felipe Carrillo Puerto, pero una vez que las actividades de los habitantes del lugar fueron retomadas estas especies de aves regresaron a la selva.
Mientras tanto en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, los guardaparques reportaron mayor presencia de aves que sin ningún temor cruzaban los caminos a baja altura.
Isla Mujeres
La tranquilidad que hubo en las playas de Isla Mujeres sirvió para que el desove de tortugas incrementara, incluso los encargados del resguardo de los huevos no recuerdan la última fecha en la que haya habido una cifra similar, además llegó un manatí que de acuerdo con lo dicho por especialistas nació en la laguna Chacmuchuch, ubicada en el lado oeste de Isla Blanca.
Cozumel
Especies endémicas cruzaban o permanecían sobre la cinta asfáltica en las zonas costeras, incluso especies introducidas a la isla como venados, serpientes, también podían verse en algunas áreas verdes de los hoteles ubicados en las zonas norte y sur de Cozumel.
De acuerdo con el biólogo Rafael Chan Díaz, los más vistos fueron: mapaches, pizotes jabalí pecari, tortugas terrestres de diferentes especies y una infinidad de aves que siempre están en la Isla de Las Golondrinas, pero que muy pocas veces se pueden observar.
En las zonas de playa, la inactividad náutica que por meses estuvo suspendida, originó que cocodrilos de distintos tamaños se pudieran observar dentro y fuera del agua. Se registró un mayor número de avistamientos de estrellas de mar, incluso los delfines muy cerca de las costas.
Lázaro Cárdenas
Mantarrayas, delfines y aves pudieron verse en la isla de Holbox, en los tres meses que estuvo en total confinamiento y se redujo hasta en un 80 por ciento la presencia de personas en las playas de este destino turístico.
Personal que labora en el Refugio de Animales Holbox comentó que a finales de marzo, un habitante que caminaba por la playa logró observar dos enormes mantarrayas que jugueteaban cerca de la orilla de la playa.
En abril, familias que salían al mar en busca de poder pescar para autoconsumo disfrutaron de las piruetas de delfines, que en los últimos años ya se habían alejado de la zona y era rara la ocasión cuando podían ser avistados.
Aves migratorias de diversas especies comenzaron a retornar la isla de Holbox para descansar y anidar, incluso se tuvo mayor presencia de tortugas en la zona de playas que lograron desovar.
Además de estas especies marinas y aves, fue reportada en al menos dos ocasiones la presencia de boas en esta isla, que de alguna manera cruzaron de la parte continental hacia este lugar. En la carretera de Kantunilkín a Chiquilá, los pocos conductores que viajaron de un pueblo a otro detectaron jaguares cerca de la cinta asfáltica.
Othón P. Blanco
Durante la etapa de confinamiento por la pandemia del COVID-19, un mapache (Procyon lotor) llegó como visitante a las oficinas de la delegación estatal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).luego se acostumbró y fue adoptado por los trabajadores. El animal ahora recorriendo sin temor el estacionamiento y atraviesa la puerta principal de la dependencia federal.
Ante el confinamiento, animales silvestres y marinos han sido visto por la ciudad, así como delfines nadando plácidamente en la Bahía de Chetumal y en el Río Hondo a un grupo de manatíes pasear con tranquilidad.
Benito Juárez
Cancún registró la mayor anidación de tortugas de los últimos 26 años, hasta mediados de noviembre, fueron resguardados un millón 324 mil 069 huevos de cuatro especies de quelonios que arriban a las playas cancunenses.
Autoridades del área de Ecología municipal informaron que este año registraron seis nidos de tortuga Laúd, especie poco frecuente en los arenales benitojuarenses, y de la cual, en la temporada pasada en 2019, sólo se tenía registro de un nido.
Fueron 11 mil 660 nidos y un millón 183 mil 829 crías liberadas, manteniendo un incremento, ya que en 2019 se cuidaron 11 mil 654 nidos y un millón 150 mil 474 crías liberadas.
Las tortugas aprovecharon la soledad de Playa Delfines, que es donde mayor número de desove es registrado, pero también en tiempos anteriores a la pandemia rehuían, pues también es de las preferidas de las personas para visitar durante la noche.
Tulum
Fue en el mes de marzo y tras la descarga de visitantes a la Bahía de Akumal, como resultado del confinamiento, cuando fue notoria la presencia de fauna marina y mamíferos terrestres.
Tortugas en zonas donde normalmente no se acercan fueron vistas por personas de Tulum, felinos deambulando en las instalaciones de un hotel que pausó sus actividades. En Akumal son ofrecidos paquetes turísticos de avistamiento de tortugas; sin embargo, éstas ya no se acercaban, pero durante los meses de confinamiento los prestadores de servicios pudieron apreciarlas de nuevo.
Durante el confinamiento por la pandemia, se suscitaron eventos a favor del medio ambiente en Isla Mujeres, desovó más que nunca la tortuga marina en este año par que tradicionalmente se poca en comparación con los años impar, hubo más de 120 mil huevos, tres veces que 2018, según datos proporcionados por Delina García Canto, responsable del programa de conservación.
El promedio de eclosión es de más de 80 por ciento, de acuerdo con estimación del Instituto Nacional de Pesca (INP) que lleva medio siglo en evaluar este programa de protección. Entonces, unos 100 mil críos brotaron para su liberación, de acuerdo con el protocolo que impulsa la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Este programa de conservación de la especie inicia en 15 de mayo y concluye en 15 de octubre, pero en esta ocasión, desde a fines de abril comenzó a subir en la arena la primera especie, la tortuga carey, y su equipo de Delina García, directora del acuario municipal “Tortugranja”, puso en marcha anticipada la vigilancia nocturna de los sitios de anidación para recuperar los huevos y llevarlos al sitio de protección.
Al cerrar la temporada confirmó el incremento inusual, parece que tuvo que ver este incremento el confinamiento, se redujo al mínimo la actividad en el mar, igual algunos pescadores ribereños reportaron la presencia de más delfines de lo habitual.
Esa cifra de rescate de huevos estuvo casi igual que el numero obtenido en 2019, hubo una diferencia muy poca.
Reaparece manatí
El siguiente evento a favor del medio ambiente fue la reaparición de un manatí silvestre, desde hace un mes recorre los alrededores de la bahía, según especialistas del acuario Dolphin Discovery, revelado por la vocera de esta empresa, Cecilia Aguilar.
Este miércoles 23 arribó esa especie en los muelles de madera de la cooperativa lanchera “Adolfo López Mateos” y del antiguo atracadero de la terminal marítima de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo), en busca de alimento, según los especialistas.
El ejemplar habría nacido por la laguna Chacmuchuch que se ubica en el lado oeste de Isla Blanca, y según datos extraoficiales ya tiene conocimientos especialistas de la Semarnat, de su contraparte estatal y municipal.
Ya intervino la Capitanía de Puerto para exhortar a cientos de embarcaciones que surcan las aguas de la bahía y algunos prestadores de servicios, como el buzo Juan Barbudo, piden se prohíba el uso de jets ski en este sitio dado lo peligroso que resulta con el animal protegido.
Loros y tucanes
En la ciudad de Felipe Carrillo Puerto son pocos los animales que se pudieron observar, principalmente aves, desde loros, tucanes entre otros que ahora con el bullicio de las fiestas decembrinas y de Fin de Año, ya han regresado a la selva.
Un mayor avistamiento de animales silvestres se registró en los accesos y caminos que convergen en la Biosfera de Sian Ka’an durante el confinamiento al que fue obligado a la sociedad para evitar un contagio masivo en la entidad, reconoció el director de la Biosfera, biólogo Felipe Ángel Omar Ortiz Moreno.
El director de la Reserva mencionó que en este confinamiento se observó un mayor número de fauna en los caminos de acceso. Debido a que se redujo el número de visitantes que se tuvo en este confinamiento, ya sea de visitantes extranjeros o connacionales, por lo que los animales pudieron desplazarse en su habitad natural, sin la presencia del hombre.
Como se sabe, la Biosfera de Sián Ka’an, es el pulmón natural no sólo del estado de Quintana Roo, sino países del Caribe, donde se albergan miles de cientos de fauna, que ya no se cuenta en otros territorios. Por lo que con la ausencia del hombre en este espacio natural, pudieron desplazarse sin ningún riesgo en su habitad natural.
Tal como se pudo observar en el camino a Vigía Chico, a temprana hora, abundaban las aves que recorren los árboles, aunque al notar la presencia del humano se enclavan en medio de la selva.
CG