Quintana Roo

El médico nutricionista del Hospital General de Cozumel explicó que la vida sedentaria y la alimentación alta en grasas aumenta la posibilidad de ser diabético

En Cozumel siete de cada diez personas padecen diabetes tipo I y II por no llevar un estilo de vida saludable y por apostar al sedentarismo, pero lo más grave y preocupante es que ahora ya hay niños, de entre 7 y 11 años, que son parte de las estadísticas de la obesidad infantil, lo cual les genera muchas complicaciones de salud, aseguró Omar García, especialista en Nutrición en el hospital general de la isla. 

Al celebrarse el próximo domingo el Día Mundial contra la Obesidad se entrevistó a Omar García, quien reconoce que la diabetes se ha convertido en un grave problema de salud pública en la isla, ya que siete de cada diez cozumeleños la padecen, en una población de poco más de cien mil habitantes.

“La gente no lleva un estilo de vida saludable, la gente es sedentaria, no hace ejercicio y eso desencadena la aparición de la diabetes, que a su vez genera otras enfermedades crónicas, como hipertensión, colesterol y triglicéridos elevados, que también traen consigo otras complicaciones secundarias, como problemas del riñón, ceguera, etc.”

Omar García refirió que la amputación de los pies es la primera complicación de la diabetes en el mundo y que la mala alimentación y el sedentarismo hacen que vaya subiendo el índice de personas con esta enfermedad.

Por otro lado, dijo que para nadie es un secreto que México ocupa el primer lugar en obesidad infantil, otro problema grave en la isla, ya que ahora vemos niños de entre 7 y 11 años que empiezan a padecer diabetes, hipertensión, cifras elevadas de colesterol y triglicéridos, todo derivado de una mala alimentación y eso traerá como resultado llegar a la edad adulta con muchas complicaciones de salud, lo que genera gastos elevados a sus familias por los tratamientos médicos que necesitan.

Aseguró que para prevenir estas enfermedades y otros problemas de salud, es fundamental llevar una alimentación equilibrada y hacer deporte, pero todo depende de la disponibilidad de los padres de familia, pues no todos se enfocan a inscribir a sus hijos a algún deporte, a pesar de que en la actualidad se tienen innumerables opciones.

De igual manera, mencionó que el consumo de comida chatarra es un mal hábito y a pesar de que ha habido iniciativas en las escuelas para eliminarla, en casa tienen la mala costumbre de premiar a sus hijos con papitas, dulces y refrescos que no tienen ningún nutriente, lo que resulta peor si los niños no practican ninguna actividad física.

Indicó que el consumo de frutas y verduras es una buena estrategia para llevar una buena alimentación, pero “hay que motivar a los niños a que las consuman. Tal vez formarles una figura con la misma fruta para hacerla atractiva o algo por el estilo. Es importante que los padres de familia pongan más empeño en ello, porque de lo contrario tendremos más niños con obesidad y diabetes”, puntualizó.

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CG