Los ferrys son utilizados para el cruce marítimo de personas y en algunas embarcaciones, hasta automóviles; en el caso de Cancún, estos barcos trasladan a locales y turistas que llegan a Isla Mujeres y así mismo los transporta de regreso a la zona continental de Quintana Roo; así como para la ruta Cozumel-Playa del Carmen.
Pero antes de que llegaran las dos empresas que se encargan actualmente de la transportación entre la isla y el destino de la zona norte, la Secretaría de Turismo (Sectur) adquirió un navío que se encargó de dicha tarea, y que algunos habitantes de ambos polos turísticos, recuerdan con cariño.
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Era el año de 1981, cuando se vio imperiosa la necesidad de reforzar el cruce marítimo entre Isla Mujeres y Cancún, que era operada por embarcaciones menores, dicha dependencia federal, compró a la naviera Aliscafi SNAV (Societa Navigazione Alta Velocita Messina) en Nápoles, una embarcación que en su botadura fue bautizado como 'Alijumbo Secondo'.
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Cuando llegó a México, la Sectur lo renombró como Xel-Ha, en honor a las ruinas halladas en lo que sería la Riviera Maya, y lo puso en marcha para dicha actividad; para ese entonces, el barco era una innovación, pues su sistema electrónico eliminaba el 'bamboleo' de las olas, estabilizándolo.
Según datos de la Fundación Histamar de Argentina, el Aliscafo Xel-Ha, indicó que el modelo era Tipo RHS 150, y que su lugar de construcción, a pesar de haber sido probado en Nápoles, fue San Benedetto del Tronto, en la zona centro de Italia, y que tenía capacidad para 160 pasajeros más la tripulación.
Usaba diesel como combustible, y contaba con dos hélices propulsoras; datos dados por ciudadanos, que comparten anécdotas sobre el crecimiento de Cancún en Facebook, revelaron que esta embarcación no duró mucho en operación pues la fuerza de las olas era mayor que lo que el navío podía aguantar, así como que estaban diseñados para viajes más cortos que la ruta Isla Mujeres-Cancún.
Al final, el Aliscafo Xel-Ha fue desguazado (desarmado) en Veracruz, y se desconoce el destino de sus piezas, pero sin duda dejó huella en la historia y el crecimiento de Cancún.
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CG