Habitantes de colonias populares de Kantunilkín solicitan a la Dirección de Protección Civil y la Policía Municipal que pongan un alto a la venta de pirotecnia, pues aunque anunciaron operativos y sanciones contra quienes vendan estos productos, la realidad es que eso no se cumple.
Además de que representan peligro de accidentes, la molestia es porque el ruido de estos explosivos dura hasta la madrugada.
Grupos de animalistas recordaron que antes de que iniciara la temporada decembrina pidieron que restringieran los petardos, pues afectan a las mascotas.
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Protección Civil prometió exhortar a los comerciantes establecidos a que no los vendieran y, además, harían operativos para detectar y sancionar a los expendedores clandestinos.
Sin embargo, ciudadanos señalan que en redes sociales ofrecen todo tipo de tronadores y su sonido se escucha durante todo el día y la noche; por eso, exigen nuevamente que las autoridades intervengan. “No nos dejan descansar, es muy molesto”, dijo una de las inconformes.
Expresaron que además de que dañan a las mascotas, hay riesgo de incendios en las viviendas e incluso pueden ocasionar quemaduras entre niños y adultos.
Añadieron que cuando les piden a los vecinos que dejen de tronar los petardos, se generan molestias; “no falta el vecino renuente, que por llevar la contraria, compra más pirotecnia y las quema día y noche”.
Aseguran que ya no son las clásicas palomas las que revientan, sino otras que hacen más ruido; “retumba a varias cuadras, es ensordecedor y causa molestia; sobre todo los que nos levantamos muy temprano a trabajar y no descansamos a causa de esos ruidos”.
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jcl