Pese a que este lunes inició la vacunacióncontra el COVID-19 en adultos mayores de 60 años, longevos del poblado de Leona Vicario comentaron que no se inscribieron por miedo a que la dosis termine perjudicándoles, pues en ningún momento se les dio información acerca de los biológicos.
Falta de información
En el centro de Leona Vicario, lugar donde se lleva a cabo la vacunación de adultos mayores de 60 años, se pudo constatar el miedo y la falta de información manifestada en este sector de la población, lo que generará que no todos acudan para protegerse contra el COVID-19, tal es el caso de Agustina Cortázar quien nos informó del por qué no se inscribió para la aplicación.
“Tengo 68 años y no sabemos qué tan contraproducente pueda llegar a ser para nuestro organismo. Nadie se acercó a informarnos sobre ello. Soy hipertensa y padezco de otras enfermedades; aún tengo que ver por mi familia como para arriesgarme de esa manera. Casi no salgo, más que para cosas importantes, pero dicen que las vacunas pueden llegar a matarnos y no quiero eso”, aseguró Agustina.
Temor por los vulnerables
Por su parte, María Tec comentó que desconocía por completo lo de la aplicación de las vacunas a unos metros de su propia casa, pero que, aún ahora sabiéndolo, no pensaba arriesgarse a ponérsela, pues llegó a leer que es para matar a los más vulnerables.
“Pienso que se quieren deshacer de nosotros. Personas de otros lugares han muerto por ponerse la vacuna. A mi edad es muy difícil recuperarse de alguna enfermedad; además de costoso y caro, peligroso. Desconocía que iban a comenzar a vacunar a adultos mayores aquí, pero sin duda, no me la pondré, no quiero morir”, dijo María Tec quien cuenta con 75 años de edad.
La madrugada este domingo, desde la India llegaron a México 870 mil dosis de biológicos contra COVID-19, de la farmacéutica AstraZeneca, las cuales serán distribuidas en el transcurso de la semana.
Forman parte de un contrato por dos millones de dosis.
Una de las mayores preocupaciones de las personas de Leona Vicario, mayores de 60 años, es que por vacunarse fallezcan, debido a que ninguna autoridad municipal o de Salud se acercó para resolverles sus dudas.
Agustín Kú, de 67 años de edad, mencionó que hubiese sido grato que alguien les hablara sobre lo que es la vacuna, pues en muchos casos desconocen si puede servir realmente ya que, si alguien resulta alérgico a uno de sus componentes, sería contraproducente.
“Yo no sé si soy alérgico a algo, pues los exámenes son caros. Comes o te haces estudios y pues prefiero comer. Tristemente ninguna de las autoridades pasó a visitarnos para explicarnos todo el procedimiento. Muchos tienen miedo, yo tengo miedo”, mencionó Agustín.
En el municipio de Puerto Morelos, hasta el último censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se muestra que en la demarcación hay dos mil 259 personas de 60 y hasta más de 100 años de edad; 785 personas oscilan entre 60 y 64 años.
Separándolos por sexo se registraron mil 170 hombres y mil 89 mujeres.
Decisiones contrarias
El caso de la señora Gloria Carrillo fue diferente, pues con 65 años de edad es una de las mujeres de Puerto Morelos que se registró, junto con su esposo de 71, para recibir la vacuna. “En cuanto nos enteramos de la vacuna, quisimos protegernos, por lo que pedí de favor a mi familia que nos apoyara con el proceso de registro. No queríamos poner algo mal. Personal del sector Salud ya nos hablaron y preguntaron sobre qué tan cerca o lejos vivíamos del lugar donde las pondrán; sólo eso. Habrá una segunda llamada para que me confirmen la hora”, comentó Gloria.
CG