La Laguna de siete colores, es sin duda el atractivo más representativo del municipio de Bacalar, siendo lo que más ha atraído al turismo durante mucho tiempo. Sin embargo, hace ya algunos meses que ha perdido su encanto y sus atractivas tonalidades azules y a pesar de los esfuerzos de los expertos, no se ha encontrado una solución, lo que puede resultar en una pérdida total, de sus colores.
La problemática comenzó a tornarse preocupante, cuando en el mes de julio del año anterior, se percataron de los tonos cafés y verdes que había adquirido el lugar y se tornó peor cuando observaron que esto no cambiaba con el paso del tiempo.
En el mes de diciembre, el biólogo Martín Balam en Bacalar, expresó que para que la laguna volviera a la normalidad, se requerían al menos tres meses, a pesar que muchas opiniones aseguraban que era imposible una recuperación del lugar. Según estas declaraciones, si el clima de la península cesaba las lluvias, en este mes de febrero, la laguna debía comenzar a verse en tonos azules, de nuevo.
En enero de este mismo año, se registró un avance importante, pues se pudo notar, después de seis meses, que el agua comenzaba a verse un poco más clara de lo que se había mostrado en los días anteriores, pero el avance quedó estancado y hasta la fecha, no hay registros de más cambios positivos.
Sin embargo, en ese momento, la esperanza de las 'buenas noticias', alentó a algunos empresarios turísticos que incluso llegaron a implementar medidas en las que ofrecían hospedaje o servicios gratuitos a los turistas que ayudaran a la limpieza de la laguna, pero al hacerse viral en redes sociales, hubieron comentarios tanto a favor como en contra, pues argumentaban que no sabían si ese tipo de acciones podría ser beneficiosa o por el contrario afectarían aún más, al ecosistema.
Por otro lado, se han hecho declaraciones al respecto, que aseguran que la recuperación de la laguna podría tornarse nula, si no se establece un programa de limpieza lo más pronto posible, pues al contrario de lo que se creía, es tanta la afectación que la laguna no podría limpiarse y restablecer su normalidad por sí sola.
Lo anterior fue declarado por la bióloga María Luisa VIllareal, quien comentó el día de ayer, que el 90% del problema, radica en que algunos ecosistemas, como los humedales y áreas verdes, que amortiguaban los escurrimientos, han sido eliminados por el ser humano y que esto provoca que exista una lenta recuperación que sin ayuda externa, no tendrá cómo recuperarse.
Su capacidad de recuperación se ha visto rebasada por las obstrucciones de lodo que existen en los canales donde se filtraba todo aquello que no pertenecía a ese ambiente y que le da ese color verdoso, por lo tanto, mientras esto continúe, el lodo en el fondo, continuará impidiendo la recuperación de los tonos azules naturales del lugar.
Mucho se ha comentado respecto a este tema, sin embargo no se ha tomado acción y esto es lo que más preocupa, pues no solo se estaría perdiendo un atractivo turístico, sino que también se estaría permitiendo la afectación permanente de un ecosistema que podría generar más problemas a la larga.
MA