Para que la Laguna de Bacalar pueda recuperar por completo su tonalidad natural se requieren por lo menos de tres meses más, estimó el asesor ambiental del ejido Bacalar, biólogo Martín Balam.
Y es que las aguas de la laguna actualmente se miran turbias y de un color café verdoso, lo cual ha desatado muchas especulaciones, incluyendo aquellas que hablan de la contaminación y en las que se asegura que el agua no regresará a sus colores naturales.
Al respecto, el biólogo Martín Balam dijo que la Laguna de los Siete Colores sí recuperará los tonos naturales de sus aguas, pero requiere de al menos tres meses más para que esto ocurra, estimando que para febrero de 2021 ya se podrán ver sus distintas tonalidades de azul, siempre y cuando ya no haya más lluvias en Quintana Roo y la Península de Yucatán.
El asesor ambiental del ejido Bacalar explicó que la decoloración lagunar obedece a causas naturales y aseguró que éstas tienen solución, las cuales están relacionadas con las fuertes, recurrentes y atípicas lluvias que este año han caído en el sureste del país.
Las lluvias que han azotado la Península de Yucatán traen consigo escurrimientos de Campeche y Yucatán, los cuales desembocan en la Laguna de los Siete Colores, pero estos escurrimientos arrastran todo tipo de sedimentos y nutrientes, que al caer en la laguna ocasionan el fenómeno que actualmente se está viendo, porque las aguas se revuelven y quedan turbias, adquiriendo ese color café verdoso.
“Se tiene un exceso de agua de lluvia en la laguna. El agua proveniente de los escurrimientos arrastra todo lo que hay en campos de cultivos, trae muchos taninos, nutrientes y demás materia orgánica; todo eso produce su cambio de color, ya que el agua de la Laguna de Bacalar es blanca, transparente, calcárea, eso permite que se refleje la luz y veamos sus diferentes tonos de azul. Pero ahora por las lluvias cayeron muchos nutrientes, sedimentos y demás componentes que revolvieron el agua, pero como la laguna incrementa su nivel, entonces lo que está sucediendo es que se está limpiando con las corrientes naturales, las cuales se están llevando ese exceso de agua de lluvia y poco a poco recuperará su color natural, sólo hay que darle tiempo”, explicó Martín Balam.
Aclaró que este fenómeno natural siempre ha ocurrido en la laguna cada que hay muchas lluvias, pero después de un tiempo el agua se estabiliza y regresa a sus colores naturales, sólo que en esta ocasión está llevando más tiempo de lo normal debido a que hubo muchas lluvias y de cantidad atípica en este año.
Mencionó que es necesario elaborar un plan para el buen manejo de la cuenca de la Laguna de Bacalar, incluyendo el Plan de Desarrollo Urbano Sustentable, ya que sin esto se ha tenido un descontrolado crecimiento poblacional y turístico, que ha propiciado que se acentúe el fenómeno natural de cambio de color de la laguna.
La devastación de áreas verdes y las grandes construcciones han afectado la función de filtración natural que tienen los bosques y la tierra, los cuales absorbían y limpiaban gran parte de esa agua de lluvia, pero con el desarrollo cada vez hay menos árboles y áreas verdes que cumplen esta función, al tiempo que hay más zonas urbanas que facilitan que una mayor cantidad de agua de lluvia desemboque en el cuerpo lagunar, arrastrando todo tipo de líquidos y materia orgánica.
Por Gabriel E. Manzanilla