Derivado del semáforo de color amarillo en el estado, las bibliotecas públicas de la ciudad en Playa del Carmen han tenido una disminución en el número de los visitantes, ya que en años anteriores a la época de la pandemia, registraban al día a 50 personas, ahora de los tres espacios públicos que alberga el municipio reportan el ingreso de 15 ciudadanos al día, sin embargo, la solicitud de credenciales para prestar los libros es lo que va al alza.
Lo anterior, es informado por la directora General de Educación, Desarrollo Humano y Bibliotecas Públicas, Elsy Chi Cauich, quien indicó que solamente en los meses de enero a febrero del año 2021 han registrado 25 nuevos usuarios, quienes llegan a prestar los ejemplares, esto gracias a la campaña que las bibliotecas han tenido para anexar a los derechohabientes que obtienen los libros.
“En la era de la pandemia sí sigue habiendo un incremento de las personas que llegan a las bibliotecas a prestar los libros. Podríamos decir que en el año 2019 teníamos un aproximado de usuarios de 116 a 120; en el 2020 tuvimos 57, sí nos bajo el número de los derechohabientes que utilizaban credenciales de la biblioteca y en el año 2021 reportamos que sigue habiendo aumento de lectores que prestan los libros, pero no con la cantidad de años atrás”, relató.
La funcionaria aseguró que tienen el equipo de sanitización necesaria en las bibliotecas, al tener gel antibacterial, el uso de cubrebocas y el manejo de la sana distancia. Chi Cauich, refirió que laboran en coordinación con la Secretaría de Salud, Servicios Generales y Protección Civil, para que tengan los artículos de salubridad.
“Nos encargamos de revisar cómo están los compañeros en sus áreas y vigilando que si alguno presenta alguno de los síntomas por el COVID-19 esté resguardado, así como seguir procurando por el tema de la prevención”, mencionó.
En otro punto, el vendedor de una librería, ubicada en un centro comercial de la ciudad, Armando M. mencionó que con la pandemia las ventas se fueron a pique, perjudicándolos hasta en un 60 por ciento de detrimento.
Refirió que no pueden aplicar descuentos porque a partir que aprobaron la Ley de Precio Único del Libro, entonces es la editorial que pone el precio, “por ejemplo doy un libro nuevo con descuento me pueden meter una demanda”, dijo.
Añadió que, la manera en cómo ellos ganan por la venta de los ejemplares es a través de la comisión que las editoriales les otorgan. Sin embargo, han estado tan bajas las ventas que, ni siquiera los pocos turistas que deambulan por la ciudad adquieren como antes los libros.
MA