Quintana Roo cuenta con 400 kilómetros cuadrados de arrecife, sin embargo sólo 75 se encuentran dentro de una zona protegida, es decir que no se puede pescar, estas áreas son un refugio para los peces y les permite su reproducción, lo que contribuye a mejorar la industria pesquera, dio a conocer Melina Soto, coordinadora para México de la Iniciativa Saludable, para gente Saludable.
La pesca es una industria importante, sin embargo se debe trabajar en un proyecto autosustentable, con una pesca controlada a través del mejoramiento de las regulaciones orientadas al control en la cadena productiva; aumentar y recuperar la productividad biológica de los ecosistemas costeros, mediante proyectos de infraestructura dirigidos a lograr su rehabilitación, conservación y mantenimiento.
Por otro lado señaló que el año pasado se tenía programado el estudio, para valorar la salud de los arrecifes en el caribe mexicano, sin embargo esto se canceló a consecuencia de la emergencia sanitaria por COVID-19, esperan que este año se retome, el confinamiento redijo la contaminación, y hubo avistamiento de especies que tenían mucho tiempo de ausencia, sin embargo aún no hay un cambio significativo porque fue un periodo muy corto.
Los arrecifes son hogar de diversas criaturas y flora marina que conviven en armonía, se estima que el 25 por ciento de la vida en el mar forma parte de este ecosistema, la estructura de un arrecife es tan compleja que es comparada con la de la selva tropical, además, el funge como barrera natural que protege a las costas de los efectos de la erosión, el oleaje y de los huracanes.
La transparencia de las aguas de Quintana Roo permite perfectamente el paso de la luz, factor primordial para el desarrollo del arrecife. Cada año, esta sucursal del paraíso recibe una infinidad de visitantes de todo el mundo ávidos de admirar su incomparable belleza. Se sabe que el arrecife es habitado por más de 500 diferentes especies de peces, moluscos, crustáceos y 65 variedades de coral.
De acuerdo con el gobierno del estado es necesario plantear un modelo que oriente el desarrollo turístico hacia la conservación del medio natural, a través de una gestión y administración urbana respetuosas del marco legal y fortalecer la industria turística del entidad no es sinónimo de destrucción de sus recursos naturales, pues si así fuera, la actividad turística dejaría de ser sustentable para la región.
MA