Cada vez es más alarmante la cantidad de perros y gatos que son abandonados a su suerte, sobre todo en la Costa Oriental de la isla. Es un acto de inconsciencia e irresponsabilidad de la gente a la que se les hace fácil deshacerse de sus mascotas y la autoridades correspondientes no hacen nada por frenar estas malas prácticas, advierte María Medina Cetina, encargada de la Asociación Civil “Salvando amigos y dejando huellas”.
Los esfuerzos que realiza esta asociación para rescatar la fauna callejera–principalmente perros y en ocasiones gatos-, son insuficientes, pues además que no cuentan con los recursos necesarios para poder solventar todos los gastos que implica arropar a estos animalitos, el espacio que hoy ocupan ya es reducido.
María Medina Cetina, quien fundó esta asociación hace cinco años, expuso que con frecuencia encuentran en las calles de la isla perros abandonados, pero también se hacen cargo de aquellos que son maltratados por sus dueños, mismos que son canalizados a sus instalaciones para recibir atención y alimentación, para luego ser puestos en adopción y darles un hogar digno.
Actualmente la población que atienden es de 30 caninos y al mes se realizan de dos a tres adopciones, aunque se ha llegado a la cifra de siete. La próxima semana saldrán otros dos peludos en adopción.
“En este sentido, la gente ha respondido bien al adoptar un perrito, pero los donativos en especie disminuyeron considerablemente por la pandemia”, detalló María Medina.
Dijo que la proliferación de perros callejeros se ha disparado en la actualidad, pues la pandemia y sobre todo la crisis derivada de ésta, incrementó los casos de abandono de las mascotas.
“Es irresponsabilidad de la gente, cómo pueden llevar sus mascotas a tirar, como si fueran basura, al otro lado de la isla y es allí donde se reproducen sin ningún control, aunque dentro de la mancha urbana también ha sido frecuente este añejo problema social”.
La buena noticia para estos animales abandonados es que la asociación tienen en puerta un proyecto denominado Km. 13, que consiste en ampliar el refugio en un área de 70 X 70 metros sobre el kilómetro 13 de la carretera transversal, en un área que les fue donada, pero para ello necesitan reunir 300 mil pesos para poder construir las nuevas instalaciones.
LAF