Desde principios de marzo, Chetumal ha sido azotada por una plaga de moscos bobos (Chironomidae), que cada noche se arremolinan en las casas, negocios y vehículos, principalmente en las colonias cercanas al Boulevard Bahía.
Este fenómeno, que ha persistido durante dos meses y medio, hasta ha derivado en que la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo) emita una medida cautelar contra las secretarías de Ecología y Medio Ambiente (SEMA) y de Salud (SESA), a fin de que se implementen campañas para combatir su proliferación ya que, además del tema sanitario, trastoca el tema ambiental. La situación provocó otro suceso inédito, la proliferación de miles de arañas que cubrieron son sus redes cientos árboles; El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) ya ofrece una explicación.
La academia expone que, en Chetumal, el enorme aumento de mosquitos bobos está relacionado con las fuertes lluvias de finales de 2020. Esas lluvias provocaron grandes escurrimientos que arrastraron mucha materia orgánica a los cuerpos de agua, lo que explica el cambio de color del agua en la Bahía y lagunas cercanas. Tal materia orgánica es alimento para las larvas acuáticas de los mosquitos bobos, que viven en el fondo. Cuando se transforman en adultos, los bobos salen del agua, vuelan en enjambre, y provocan incomodidad en la población. Sin embargo, esos mosquitos no pican y no son vectores de enfermedades.
Las larvas de mosquitos bobos limpian las lagunas y la Bahía, y ayudan a devolver los hermosos colores previo a las lluvias. Los adultos de moscos bobos viven un máximo de dos semanas y son muy importantes para las redes alimenticias. Fumigar no sirve para controlar los moscos bobos, pero sí afecta a peces, murciélagos, aves, anfibios, arañas, y otros depredadores de estos insectos.
La deforestación de las selvas y la tala de manglares provocan que los escurrimientos lleven demasiada materia orgánica y nutrientes a ríos, lagunas, bahías. Las lluvias también arrastran agroquímicos, que matan peces, que de forma natural son los principales depredadores de las larvas de moscos bobos. La acumulación de basura a lo largo del Boulevard Bahía sí favorece a otras especies de mosquitos que transmiten enfermedades.
Las personas somos responsables de los problemas ambientales observados en la Bahía de Chetumal, en particular los que se deben al exceso de materia orgánica, agroquímicos, y acumulación de basura en el agua. Afortunadamente, la gran habilidad de las arañas como depredadoras de insectos nos ayuda a controlar los mosquitos, evidencia de que son nuestras aliadas.
Depredador natural sale al rescate
Las arañas del género Tetragnatha, conocidas por vivir cerca de cuerpos de agua y ser grandes depredadoras de insectos, han cubierto árboles enteros con sus telas en la Bahía de Chetumal como respuesta a la abundancia de moscos bobos.
Es un fenómeno espectacular que se ha registrado en otras partes del mundo como Estados Unidos, Grecia, Pakistán y Australia. Las arañas Tetragnatha son inofensivas para las personas, las mascotas, y los árboles. A través de sus telarañas eliminan grandes cantidades de moscos bobos. También capturan mosquitos transmisores de enfermedades como paludismo, dengue, zika y chikunguña.
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LAF