Azul “H”, madre de Paola “N”, una de las presuntas víctimas de abuso sexual de Ricardo Ponce, autodenominado guía espiritual, señaló que su hija, desde hace dos semanas, ha recibido múltiples amenazas de muerte de manera anónima, por lo que hace responsable al acusado por lo que le pase.
Asimismo señaló que tiene conocimiento de que el acusado está pagando dinero para que se detenga el proceso de cotejo de pruebas, pues no se les ha permitido presentarlas.
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El abogado defensor, Rodrigo Maldonado Ríos, dijo que ha sido atípico el tiempo para realizar algunos trámites, ya que éstos deben hacerse en un periodo de tres días; pero los han pospuesto hasta ocho, además que en la Fiscalía General de Quintana Roo (FGE) han utilizado el término “cómo nos vamos arreglar”, lo cual enciende las luces de alerta para que el caso se cierre.
La denuncia se realizó el 19 de abril de 2021, por acoso sexual y tocamientos indebidos, lo que generó que la víctima presente daño psicológico; sin embargo, desde el primer día que se presentó a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) la hicieron esperar más de cuatro horas para interponer la denuncia.
Todas las diligencias se han pedido por escrito y el Ministerio Público debe acordarlas, como lo establece el artículo 218 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
En la causa presentaron un amparo señalando como acto reclamado la negativa a los registros de investigación, cumpliendo los requisitos que el juicio requiere.
Para el 18 de mayo el Juzgado Tercero de Distrito, con el expediente 547 de 2021, los previene que se precisen los antecedentes o los hechos del acto, bajo la protesta de decir la verdad.
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Esto lo realizaron de manera inmediata; sin embargo, el escrito del 25 de mayo lo acordaron hasta el día 3 de junio, pasando ocho días hábiles; el abogado dijo que no entiende porqué de la tardanza.
Ayer, Paola y su representante legal acudieron a una cita y se pidió el expediente, observaron que admiten la demanda, pero manifestaron al personal que se está demorando más de lo normal, la respuesta fue que es por la pandemia; sin embargo, para el abogado es absurdo, ya que en la Ciudad de México se atiende a más personas y los procesos continúan en los tiempos establecidos, por lo que cree que hay favoritismo hacia Ricardo Ponce, bajo el argumento que las mismas autoridades le insinúan “cómo le hacemos”; está claro que el acusado busca un arreglo económico.
La afectada dijo que lo único que quiere es que otras mujeres no pasen lo que ella vivió, ya que durante el tiempo que trabajó para el señalado fue víctima de acoso y hostigamiento sexual.
Agradeció que su caso se diera a conocer, ya que se han sumado más de 30 mujeres que fueron víctimas en otros momentos, pues desde hace 10 años Ricardo Ponce se dedica a ser “guía espiritual”.
Detalló que siempre eligió cuidadosamente a sus víctimas, todas menores de 30 años y con un perfil atractivo; además, a veces, pagaba a influencers para asistir a sus retiros y así llegar a más mujeres, para que asistieran y luego ser manipuladas para sostener relaciones sexuales.
CG