Los erizos de mar son seres invertebrados que pertenecen a la clase equinoidea, clasificándose en equinoideos regulares, propios de playas rocosas, que viven enterrados en la arena. Su forma es globosa, carecen de brazos y poseen un esqueleto interno constituido por placas calcáreas unidas entre si, y esto es lo que forma el caparazón.
En el caparazón se encuentran las espinas o púas móviles, responsables de las diversas complicaciones que pueden ocasionar si nos clavamos una o varias de ellas. En ellas existen unas estructuras llamadas pedicelarios, que poseen un bulbo brillante en la punta que con el contacto se abre y aparecen tres púas que contienen veneno, más o menos potente dependiendo de la especie.
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En las playas de Quintana Roo, hay una gran probabilidad de que te encuentres esta especie marina, por lo que si ves una no lo toques, pero en caso de que te pique por accidente, te recomendamos hacer lo siguiente.
La mayoría de las lesiones por erizos de mar se producen cuando las espinas se rompen en la piel y causan una reacción tisular local. Sin tratamiento, las espinas pueden migrar a tejidos más profundos y provocan una lesión nodular granulomatosa, o pueden acuñarse en el hueso o sobre un nervio. También puede haber dolor articular y muscular y dermatitis. Unos pocos erizos de mar tienen mandíbulas calcáreas con órganos venenosos que le permiten al animal inyectar veneno, pero las lesiones son raras.
En general, el diagnóstico es evidente por los antecedentes. Una anomalia de coloración azulada en el sitio de entrada puede ayudar a localizar la espina. Las radiografías pueden ayudar cuando la localización no es obvia durante el examen físico.
Para tratar la picadura de un erizo de mar es necesaria la extracción inmediata. El vinagre disuelve las espinas más superficiales; sumergir la herida en vinagre varias veces al día o aplicar compresas de vinagre puede ser suficiente. También puedes poner la herida en agua tibia para ayudar a aliviar el dolor.
Rara vez, debe realizarse una pequeña incisión para extraer la espina; es preciso tener cuidado porque las espinas son muy frágiles. Una espina que migra a un tejido más profundo puede requerir la extirpación.
Una vez eliminadas las espinas, el dolor puede continuar durante varios días; más allá de 5 a 7 días debe disparar las sospechas de una infección o de un cuerpo extraño retenido.
JCL