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Por su cercanía a Yucatán, en Quintana Roo es muy común encontrar los “vaporcitos”, tamales de masa de maíz, rellenos del “kol” o “col” que es la combinación de la manteca con el tomate y pollo, envuelto en hojas de plátano y se sirve con una rica salsa caliente de jitomate.
Según el Diccionario enciclopédico de la gastronomía mexicana, la palabra vaporcito alude a un ‘antojito regional yucateco, parecido a un enrollado', también se le conoce como chak wuaj o chak chak wah, que son términos de origen maya.
Los vaporcitos están hechos con col, jitomate rebanado, epazote y pollo desmenuzado previamente cocido en agua con clavos de olor, achiote en grano, ajo y orégano. En ocasiones, algunas personas les agregan verduras o frijol espelón, se envuelve en hojas de plátano y se cuece al vapor a la manera tradicional en un horno o a "baño maría”, una técnica de cocimiento a fuego lento.
Generalmente, se acompaña con una rica salsa caliente de jitomate o chile habanero en jugo de naranja agria y alguna bebida como atole o café.
Este platillo se prepara particularmente en ocasiones especiales como el día de la Candelaria o en fines de año, también es común ver puestos de 'vaporcitos' en las calles durante las tarde-noches.
JCL