Dependencias del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal en Chetumal y estatal se negaron a atender a un menor de nueve años, quien aparentemente sufría maltrato por parte de su madre. El niño llevaba varias horas sin comer, tres días sin bañarse y vivía en una casa abandonada.
Fue rescatado por elementos policiales en el cruce de la calle Francisco J. Múgica con Ramón Corona y Benjamín Hill.
Aparentemente, la madre del menor, identificada como Valeria “D”, estaba en estado de ebriedad e intoxicada por alguna clase de sustancia.
Los hechos ocurrieron a las 10:30 horas de ayer, en la colonia Adolfo López Mateos en Chetumal, donde dos mujeres, quienes al parecer estaban ebrias, estaban peleando.
Uno de los vecinos se percató de que en medio del pleito entre las dos mujeres se encontraba un menor de nueve años, por lo que de inmediato llamó al número de emergencias 911. Mientras las dos mujeres se agredían, el niño buscó refugio con la persona que reportó el hecho.
Cuando llegaron las autoridades, fueron informadas de la situación. Una de la rijosas, Valeria “D”, se identificó como la madre del menor, a quien los agentes le informaron que sería trasladada a la cárcel municipal, y el niño llevado con un familiar o de lo contrario sería trasladado al DIF.
Después de realizarle los exámenes médicos, resultó que la mujer estaba en estado de ebriedad e intoxicada con alguna sustancia ilícita.
Fue encarcelada de inmediato y el menor puesto a disposición de las autoridades policiales. Al momento de preguntarles por algún familiar, dijo que quería que lo lleven con su papá, pero éste no se encontraba en la ciudad, ya que, según la información aportada por la madre, había salido de viaje por cuestiones de salud.
El niño informó que los tres días que llevaba con su madre, durmió en un terreno baldío, no se había bañado y sólo comía una vez al día, por lo que de inmediato se informó a las autoridades del DIF Chetumal de lo ocurrido.
Al querer llevarlo a casa de sus abuelos, mencionó que no quería ir, ya que ellos se la pasan tomando todo el tiempo.
Al no haber ninguna persona que se encargue de manera responsable del menor, fue llevado a la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo (FGE); sin embargo, al ser atendido por la fiscal de Atención Temprana, Xochitl Godínez, indicó que no se podía llevar al DIF, ya que no se podía establecer el delito de maltrato.
A pesar de esta situación, los elementos policiales se contactaron con Adriana Pérez Nájera, abogada de la Procuraduría de la Defensa del Menor, quien informó que al no haber delito en contra del menor, no se puede aceptar en el DIF; informó que el centro de resguardo de menores y la casa hogar cuentan con brotes de COVID-19, por lo que tampoco pueden hacerse cargo del niño.
Al recibir las negativas del DIF y la FGE, el menor fue subido de nueva cuenta a una patrulla, junto a los dos oficiales que lo rescataron y con dos trabajadores sociales de la Fiscalía.
El niño, al ser cuestionado, pidió ser llevado con una de sus tías, pero no sabía en dónde trabajaba, fue así que, tras realizar un recorrido por varios puntos de la ciudad, el menor identificó el restaurante donde trabajaba su tía, sobre la Calzada Veracruz con Justo Sierra.
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La familiar del menor maltratado en Chetumal aceptó resguardarlo mientras su padre regresaba de viaje. La madre del infante permaneció en la cárcel por alterar el orden público y por ebria y toxicómana; sin embargo, no se pudo establecer el maltrato infantil, por lo que el DIF no intervino en el caso.
CG