Total hermetismo mantienen autoridades de Salud respecto a la menor que falleció por COVID-19 durante su tratamiento en Yucatán, lo que pone en alarma a padres de familia por el temor a contagios durante el próximo regreso a clases.
Sin embargo, ante las versiones en medios de comunicación -según las instancias sanitarias de Yucatán de que entre los 13 pacientes foráneos fallecidos figura una niña de 7 años de edad, originaria de Cozumel, padres de familia señalan que esto es un indicativo de que los menores no deben volver a las aulas todavía.
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“Escuelas, maestros y alumnos no están listos para regresar a las clases presenciales; es una tremenda negligencia insistir en la reanudación de educación en las aulas en estos momentos”, expresó el Presidente de la Sociedad de Padres de Familia en Cozumel, Pedro Chávez Mateo.
Agregó que los docentes y administrativos no podrán tener el control de grupos grandes de nivel básico (de cuatro a 15 años de edad), rango que todavía no recibe vacuna, lo que los pondría en riesgo de contagios y propagación del virus.
Consideró que el lamentable deceso de la niña en Yucatán debería ser una alerta para los padres de familia, a fin de que valoren si los enviarán o no a las aulas.
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RM