Eran las 13:10 horas, cuando el Gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, tomó el micrófono y, ante unos 80 funcionarios entre autoridades navales, militares, diputados federales, senadores, exmandatarios estatales y miembros de su gabinete, ofreció un mensaje político sobre su quinto Informe.
Con un tono de voz bajo, inició su discurso que fue de aproximadamente 70 minutos, en el cual la retórica sobre cómo recibió la administración ocupó la mayor parte del tiempo, así como la afectación de la pandemia por COVID-19.
Dos temas fueron centrales durante el Quinto Informe de Gobierno de Carlos Joaquín ante el Congreso de Quintana Roo: las acciones que no hicieron sus antecesores frente “al cambio” que representó su llegada al cargo y su respuesta a la crisis sanitaria del COVID-19, que ya infectó la industria turística, la recaudación, además que el virus ha contagiado a más de 50 mil y mató a casi 4 mil quintanarroenses.
En segundo plano quedó el tema de seguridad, muy apremiante para un estado que experimentó el mes de agosto pasado el mayor número de asesinatos de mujeres en lo que va de 2021, con 9, cuando de enero a junio se habían acumulado 15 feminicidios.
El Gobernador tampoco ejerció la autocrítica, para mencionar los proyectos para la diversificación económica que han quedado pendientes, ya que en su discurso no fueron mencionados en ninguna ocasión el Parque Industrial con Recinto Fiscalizado Estratégico, la Central de Abastos ni la Megaescultura, los cuales a pesar de la inyección millonaria de recursos, siguen “en el tintero”.
En cambio, Joaquín González añadió que además de la contingencia sanitaria y los fenómenos hidrometeorológicos, tuvo que enfrentar “cuatro elecciones”, jornadas que le corresponden a los institutos electorales nacional y estatal, no a su administración, lo que pareció más una nueva justificación a la falta de resultados.
Tampoco durante el mensaje realizó algún anuncio especial de lo que espera a la entidad para el último año de su administración, sólo que seguirá trabajando y no bajará los brazos.
En su mensaje político insistió recurrentemente a la votación de 2016 que le llevó al Palacio de Gobierno, para mencionar que a cinco años de distancia recibió una entidad colapsada social y financieramente.
En su lectura, en la que muy poco elevaba la mirada, pues la mayor concentración fue en seguir el texto y no transmitir el mensaje, dijo que ha sido respetuoso y que se han sentado las bases de una plataforma democrática que no había antes.
Tal vez el momento, donde se vio más emocionado el Gobernador, fue al proyectar en medio de su discurso un video con diversas tomas de atardeceres, paisajes y bellezas de Quintana Roo que hacían imágenes efecto espejo tanto en la zona superior e inferior. Se trató de una gran producción con buena fotografía y edición, que mencionaba el valor de esta tierra y su gente, que destacaba la frase “con el esfuerzo de todos” y que en todos somos el paraíso.
Tras el video, los presentes aplaudieron de pie, en ese momento el semblante serio esbozó una sonrisa y sus ojos se llenaron de lágrimas, incuso se limpió una con su mano izquierda.
Al parecer los presentes pensaron que era el final del mensaje y por ello no dejaban de aplaudir, al momento que Carlos Joaquín expresó “no hemos terminado. Ya me falta menos”.
De ahí, con una voz que se fue reponiendo de la emoción, continuó expresando los problemas financieros con los que arrancó el gobierno, la economía en crisis, la falta de liquidez.
En este sentido, dijo que por ello su política fue no recurrir a créditos, aunque la realidad es que la contratación de créditos bancarios de corto plazo ha sido sistemática año con año y que finalmente contrató una deuda bancaria de largo plazo de 820 millones de pesos.
También compartió que la entidad se encuentra en primer lugar en transparencia, cuando ha bloqueado la información de la empresa paraestatal VIP Saesa sobre sus estados financieros y operaciones.
Finalmente, dijo que no será “año de Hidalgo” el final de su administración y que se ha promovido la democracia y la libertad de expresión.
No despertó interés de la población
A pesar de la convocatoria que el Gobierno de Quintana Roo desplegó en redes sociales para seguir el informe, su discurso apenas fue visto por 499 personas mediante las redes de la Coordinación General de Comunicación y menos de 60 lo veían por las redes del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, esto a pesar que tan sólo del Gobierno del estado suman cerca de 13 mil empleados, por lo que ni el 4 por ciento de quienes cobran en la administración estatal atendió el evento político.
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CG