Aunque en el último informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se reportó una baja en los estándares, los estados de la Península de Yucatán mantienen sus niveles de eficiencia en la cloración del agua, según datos del sistema de información y monitoreo nacional.
La Conagua recopila información sobre la cloración del agua en municipios del país para publicarlos en el Sistema Nacional de Información del Agua (SINA); según la actualización de 2021, los niveles de eficiencia de cloración en los estados de Campeche y Quintana Roo superan el 90%.
A partir del 2015, Campeche reportó un 99.04% de calidad en el proceso hasta llegar al 100% en 2018. Sin embargo, desde 2020 hay una caída de aproximadamente 4.21 puntos. Caso similar fue Quintana Roo, donde en 2016 alcanzó el 100% en la evaluación y en 2019 comenzó a perder puntos hasta llegar a un 98.46%.
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En el Estado de Yucatán, las estadísticas muestran que, para 2015, el nivel llegó a un 88.24%. A partir de 2016, se mantuvo por tres años en 84% con aumento de 43 décimas de punto porcentual en 2018. Cerró el 2020 con una calidad de cloración del agua de 71.95%, y es la segunda entidad entre los que tienen peor calidad a nivel nacional; le sigue Chiapas con 71.59% en la Eficiencia de la Cloración del Agua.
En varias comunidades rurales yucatecas las familias prefieren sacar el agua de pozos artesianos y beberla sin ningún proceso de filtrado porque les desagrada el sabor de líquido clorado. Según los promotores ambientales “es una tarea titánica” la concientización en toda la península.
“En Yucatán hay poca cultura de cloración del agua; la gente desconoce el proceso de purificación del agua o piensa que ya sale completamente limpia (…) Hubo campañas de promoción para el tratamiento del agua, pero llevaban gráficas de ríos o montañas y en las comunidades mayas no hay eso. Se comenzó a modificar las campañas (…) en su momento la Secretaría de Salud llevaba cloro para los pozos o cuerpos de agua para reducir las infecciones”, explica Karim Mijangos, coordinador en la organización ambiental Conservation International y ex colaborador de las organizaciones Bioconsultores A.C. y Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C.
Cae mortalidad por enfermedades diarreicas
Un escenario social y sanitario vinculado a este proceso químico en el agua potable son las enfermedades estomacales, que pueden ser mortales en menores de cinco años. Hasta 2004 casi 11 de cada 100 mil niños morían en promedio en los estados de la región; el dato bajó a 9 por cada 100 mil, entre Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Las cifras publicadas por el SINA y por la Secretaría de Salud federal apuntan que hasta 2019 en Campeche la tasa era de 3.4%; es la entidad donde se registra la mayor baja de mortalidad de menores por enfermedades diarreicas.
En Yucatán hubo un aumento de 4.35 puntos en la tasa. La cifra en 2004 fue de 9.75 por cada cien mil niños. En Quintana Roo casi 11 niños mueren por padecimientos estomacales al año.
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