Los destinos del Caribe Mexicano no sólo son el atractivo turístico por excelencia del país. Al ser polos favoritos para bañistas de todo el mundo, se convierten en un mercado potencial de drogas que acompañan el ambiente festivo de Cancún, Playa del Carmen y Tulum. La Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) tienen ubicados en Quintana Roo a criminales de por lo menos 12 países.
En 2020, a través de un informe, la DEA detalló que el Estado se convirtió en un “punto de transbordo” de drogas, cuyo destino final es el mercado de consumidores de Estados Unidos.
Noticia destacada
Estados Unidos lanza alerta de viaje tras balacera en el hotel Xcaret en Quintana Roo
Danielle Dreyer, agente especial de la corporación estadounidense, quien se infiltró en el Cártel de Sinaloa, detalló que desde 2018 a Quintana Roo llega droga proveniente de Guatemala, Colombia y Venezuela, que posteriormente es trasladada al país vecino por tierra, aire o mar.
El informe es parte del proceso penal que se sigue en contra de los mexicanos Raymundo Montoya López, Abraham Alfonso García Montoya y Felizardo Díaz Hernández, capturados en septiembre de 2020 frente a las costas quintanarroenses, cuando a bordo de una lancha pretendían transportar cerca de tres toneladas de droga hacia Estados Unidos.
La DEA destacó que la actividad delictiva se registró en Chetumal, sin embargo, también se ha expandido a otros Estados de la Península de Yucatán, como Campeche, en donde se pudo comprobar los nexos y grandes negocios con colombianos y centroamericanos para construir decenas de pistas clandestinas.
Mafia Rusa y de países del Este
Por su parte, en 2007, la Interpol alertó sobre la operación de la Mafia Rusa en Cancún, bajo el esquema del crimen organizado, pues planeaban grandes contrabandos de droga, diamantes, armas y el robo de vehículos para ser enviados a España, Italia y Portugal, a través de diversos puertos de Quintana Roo, especialmente en la isla de Cozumel.
El reporte, realizado por la ROCCISS (Regional Organizad Counter-Crime Information Sharing Sistem), reveló que son cinco las organizaciones asentadas en la Riviera Maya, entre ellas: Solntsevskaya, que es ucraniana, y de Chechenia, Georgia, Armenia, Lituania, Polonia, Croacia, Serbia, Hungría y Rumania, incluso de Albania, identificadas como Tambosvkaya, Poldolskaya, Mazukinskaya e Izamailovskaya, ligadas con la principal organización trasnacional conocida como Vory V Zakone (Ladrones de la Ley).
La Interpol, al igual que la DEA, aseguró que estos grupos delictivos buscan establecer un puente de tráfico de drogas, comercio ilegal de armas, lavado de dinero y trata de personas hacia Estados Unidos y controlar la prostitución local y secuestro.
En 2021, otra investigación internacional titulada “¿Por qué los resorts turísticos son atractivos para el crimen trasnacional? El caso de la Riviera Maya”, detalla que la mafia italiana opera en dicha región desde hace 22 años y ha logrado pasar desapercibida gracias a que sus integrantes simulan ser empresarios.
Luego de que Cancún se convirtiera en la joya de la corona turística en 1997, la Mafia Italiana vio al destino como una oportunidad para iniciar sus operaciones en México, sobre todo para trasladar droga desde el Caribe Mexicano hacia Estados Unidos y Latinoamérica.
La mafia italiana empezó con tres líderes, Oreste Pagano, Vincezo Salzano e Iván Fornari, quienes arribaron al destino turístico como agentes inmobiliarios, instalados tanto en Cancún como en Playa del Carmen, y aunque dos de ellos ya fueron capturados, sus operaciones en la región siguen activas, ya que se hicieron de varias empresas, propiedades y gimnasios.
En 2019 fueron detenidos Florian Tudor y Adrián Nicolaé Cosmín, luego de que la Secretaría de la Marina (Semar) detectó a narcotraficantes que se desplazaban por la ruta de los cenotes con armas y adquirían grandes extensiones de terrenos ejidales.
Tudor y Cosmín tenían contacto con las mafias de China, India e Indonesia, a través de las cuales se movían fondos robados a turistas extranjeros mediante la clonación de tarjetas.
Ellos eran accionistas de una compañía de cajeros automáticos llamada Intacash, los cuales pudieron instalar en Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen y Tulum y les servían como coartada para la clonación de tarjetas.
Aunque fueron aprehendidos, luego de catear sus propiedades y negocios, fueron liberados y sólo se les puso como medida cautelar presentarse a firmar cada 15 días. En 2021, un juez federal dictó prisión preventiva justificada en contra de los rumanos por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Mexicana, además de realizar de manera indebida más de 5 mil 500 operaciones irregulares de disposición de efectivo en Quintana Roo, Yucatán, Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CG