Delia Vanessa López Guerrero, especialista en respuesta inmune contra virus y respuesta inducida por vacunas, advirtió que en Quintana Roo por ser un polo abierto a los turistas extranjeros, es un foco de contagio de las nuevas variantes y subvariantes del COVID-19; el pasado 10 de enero se detectó el primer caso –en el país- de la subvariante BA.2 de ómicron; sin embargo, fue hasta el reciente 5 de febrero, cuando se subió el resultado a la base de datos GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data).
La primera portadora se trata de una paciente femenina de 44 años de edad, de Quintana Roo, quien presentó síntomas el 10 de enero pasado y cuya muestra de PCR fue tomada por la Unidad de Investigación Médica de Yucatán (UIMY), para posteriormente ser analizada por el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista exclusiva a Por Esto!, López Guerrero admitió que en Quintana Roo es muy probable que haya más casos de la subvariante BA.2 de Ómicron, porque hay muchos asintomáticos o gente que ya le dio anteriormente el COVID-19, independientemente de la variante, y que la reinfección fue más leve y no se dio cuenta.
“Justo Quintana Roo es un punto crucial en la pandemia por coronavirus porque hay muchos turistas, y el intercambio que hay con otros países hace que las variantes entren con sobrado entusiasmo a través de Quintana Roo y Baja California, que han sido puntos de dispersión de estas cepas, que en un principio se detectaron en Europa y ya están en nuestro país.”, detalló.
Por esta razón, dijo, no sorprende que haya sido Quintana Roo donde se detectó el primer caso de la subvariante BA.2 de Ómicron, porque esta variante viene justo de Europa, “el primer lugar donde se detectó fue en Filipinas, pero pronto estaba en 40 países, es difícil de saber dónde inició, porque a lo mejor un país lo reporta, pero a lo mejor otro va atrasado en su análisis y resulta que lo tenía hace dos semanas, como pasó con dicha variante, que se pensó se tenía en Sudáfrica, pero ahorita queda muy en duda porque en muestras anteriores del primer reporte de Ómicron, había ya muestras positivas en Europa, desde antes”.
López Guerrero, también profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Morelos, advirtió que las variantes y subvariantes se originan en sitios donde hay una alta tasa de contagios de COVID por la relajación de las medidas sanitarias, como Europa y Reino Unido, Francia, Alemania, que a pesar de que las personas están vacunadas, adoptaron una normalidad más relajada.
“Hacen reuniones, van a las escuelas, reabrieron los centros de trabajo, volvieron a la normalidad y esto hace que se disparen los contagios, que ya van de bajada, pero están tomando medidas para dejar esta pandemia como algo endémico, que vamos a vivir con esto durante mucho tiempo, pero que vamos a seguir con las medidas sanitarias, las que puedan y las que quieran porque muchas de ellas van a dejar de ser obligatorias”.
La entrevistada reconoció que la subvariante BA.2 de Ómicron particularmente da mucha tos, aunque hasta ahora –dijo- son reportes de algunos países que realizan cuestionarios en los pacientes que han salido positivos y otros estudios poblacionales.
“Pero aún no hay nada claro, lo que dicen es que duele mucho la garganta, que hay tos, fiebre, en algunos casos escurrimiento nasal, la pérdida del gusto y del olfato son menos comunes, pero pueden pasar y normalmente el periodo de incubación suele ser más corto”.
López Guerrero destacó que en la subvariante el periodo de incubación va de los 3 a 5 cuando antes podían pasar hasta 14 días para desarrollar los síntomas, “por lo cual la gente se puede dar cuenta mucho más rápido que está infectada, empezando por el dolor de cabeza, dolor de cuerpo, pero más leve, sobre todo en algunas personas que ya tienen las tres vacunas, pero aún no hay estudios que nos den datos claros, solo son consensos que se han hecho”.
Advirtió que otra de las causas por la que se minimiza el contagio de Ómicron, es porque se vendió la idea que no es muy fuerte y que incluso se trata de una gripa.
“Pero la verdad es que aunque vemos una disminución de muertes y complicaciones, sigue siendo COVID-19. Entonces hay que tener mucho cuidado en no contagiarnos, porque hay secuelas, porque no todas las personas reaccionan igual –de salud- que se pueden complicar y sigue habiendo estos fallecimientos que tristemente siguen pasando y que seguirán pasando, independientemente de que se acabe la pandemia, siempre con las enfermedades virales tienes un poco porcentaje de personas que se complican y fallecen porque tienen otras enfermedades que dificultan todo y las vacunas no hacen milagros”.
Casos de COVID-19 en Quintana Roo
Al corte de ayer, los Servicios Estatales de Salud (SESA) reportaron 89 mil 316 casos positivos acumulados de COVID-19, de los cuales 401 fueron nuevos contagios en comparación a la jornada anterior, además de 4 mil 268 defunciones (2 nuevos casos ayer); 14 mil 27 enfermos en aislamiento social y 131 pacientes hospitalizados.
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CG