“Buscarte es una lucha, no tener una respuesta es muy cruel”, es el clamor de Romana Rivera Ramírez, quien busca a su hija Diana García Rivera, desde el 22 de febrero de 2020.
A poco más de dos años, Romana emprendió un camino de indiferencia y revictimización, pero ahora acompañada por mujeres que también quieren localizar a sus hijos.
“No tengo influencias, ni dinero. Agoté los recursos de búsqueda a mi alcance y ahora con miedo a todo lo que genera inseguridad, porque hasta buscar a tu ser amado te pone en riesgo, pero como un recurso más, vuelvo a implorar a esas personas que privaron de la libertad a Diana”, pidió a través de sus redes sociales.
Romana es presidenta del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas “Verdad, Memoria y Justicia”, en el que una veintena de familias están unidas por un viacrucis: el dolor de tener a un familiar desaparecido.
Junto a ella camina María Dolores Patrón, madre de Francisca Mariner Flores Patrón, ausente desde el 22 de junio de 2020 en Cancún.
Sin importar la hora y el clima, ambas esperaron hasta que pudieron mostrar la imagen de sus hijas al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien le pidieron ayuda para localizarlas. “No busco responsables, busco a mi hija”, clamó María Dolores Patrón.
López Obrador giró instrucciones para que el colectivo fuera atendido por la Secretaría de Seguridad Pública y Participación Ciudadana que, en coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE), emprendieron una serie de actividades para tal fin.
El pequeño, pero sólido grupo de mujeres se ha enfrentado a la indiferencia de las autoridades estatales, de las que se espera sean sensibles con las víctimas del delito, principalmente de la FGE, que encabeza Óscar Montes de Oca Rosales, pues únicamente obtuvieron indolencia y revictimización.
Recientemente, el colectivo anunció la separación de las actividades que realizaban con la Fiscalía debido a las búsquedas de campo simuladas en terrenos inhóspitos, donde lo único que encontraron es el hartazgo y ningún rastro de sus seres queridos.
“Consideramos que las reuniones de trabajo que tenemos con las autoridades de la Comisión Nacional de Búsqueda, la FGE y la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Quintana Roo, distan mucho de generar las condiciones para una solución integral y de fondo que requerimos las familias de los desaparecidos en este Estado. La desatención fue sustituida por la simulación institucional. Por nuestra dignidad y exigencia de respeto, las familias hemos tomado la decisión de suspender nuestra participación en esas reuniones”, expresó Ludovico Zamora Hernández, vocero del colectivo.
Más de 100 desaparecidos en lo que va del año
De acuerdo con datos de la FGE, del 1 de enero al 7 de marzo de este año se emitieron 121 fichas de búsqueda de personas desaparecidas, principalmente en Cancún, Playa del Carmen, Tulum y Othón P. Blanco, de las cuales, 66 fueron localizadas con vida y dos fallecidas.
De estas fichas, 56 corresponden a menores de edad; 19 de ellos siguen desaparecidos.
Según la Fiscalía, sus búsquedas son clasificadas como “No Localizados”, porque de acuerdo con el Artículo 4 de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, la persona no localizada es aquella cuya ubicación es desconocida y que, de acuerdo con la información que se reporte a la autoridad, su ausencia no se relaciona con la probable comisión de algún delito.
Asimismo, entre las fichas hay 11 mujeres mayores de 18 años que fueron reportadas como no localizadas, sin embargo, de acuerdo con la Fiscalía local, de cuatro de ellas no se sabe su paradero.
A su vez se reportaron 55 hombres desaparecidos; 25 fueron localizados, dos de ellos sin vida.
Entre las personas sin localizar hay cuatro extranjeros: Luis Miguel Ek Gallo, de 34 años de edad y Juan Alberto Bardales Tejeda, de 25, ambos originarios de Belice; así como Juan Pablo Gallo, de 54 años, de Honduras. Todos desaparecieron el 27 de enero de este año en Chetumal, municipio de Othón P. Blanco.
También se reportó en Cancún a Francisco Luis Alberto Talavera, de 26 años de edad, originario de Paraguay, de quien se desconoce su paradero desde el 6 de marzo pasado, y Mírela Stefania Stanciu, de 28 años, originaria de Rumania, desaparecida el 13 de febrero y vista por última vez en Tulum.
De acuerdo con Romana Rivera, la desaparición de los menores de edad puede derivarse de ausencias voluntarias, posiblemente por sufrir algún tipo de violencia, situación que los hace vulnerables, ya que se enfrentan a la posibilidad de ser reclutados por el crimen organizado.
La activista agregó que también se podría tratar de sustracción de menores por diferencias entre los padres.
En ese sentido, Romana Rivera pidió no criminalizar ni minimizar las desapariciones, tanto de adultos como de menores de edad, ya que cualquiera que sea el motivo de la ausencia, sus vidas pueden estar corriendo peligro.
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JG