Caos, psicosis e incertidumbre se vivió la mañana de ayer en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), cuando se reportaron supuestos disparos en el interior de la Terminal 3, lo que provocó que los viajeros corrieran despavoridos temiendo por su vida.
Como una verdadera historia de terror, visitantes de distintas nacionalidades corrían en todas direcciones, olvidándose de sus maletas, pasaportes e incluso de familiares y amigos que los acompañaban.
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Eran las 11:23 de la mañana, cuando se realizó el primer reporte. La gente lloraba, tenía crisis nerviosa y llamaban a sus familiares para informarles lo que estaba pasando. “¡Hay disparos! ¡Vamos a morir en México! Seguro son los cárteles”, dijo un turista estadounidense a sus seres queridos por videollamada.
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Y aunque pareciera un miedo infundado, los hechos violentos registrados en los últimos meses en Quintana Roo provocan que los visitantes se sientan cada vez más inseguros, pues tan sólo de enero a la fecha hubo 41 ataques y 129 homicidios.
En enero hubo 16 ataques y 34 homicidios, dos de ellos marcaron a turistas y locales, cuando la mañana del pasado 21, el parque temático Xcaret fue escenario de una balacera, en el que de dos canadiense murieron y una mujer resultó herida, tiroteo que puso en evidencia el que grupos delictivos internacionales operan en el Estado. Días después, el argentino Federico Mazzoni, gerente del Mamita’s Beach Club, fue asesinado dentro de los baños del establecimiento.
Para febrero la situación no mejoró, pues hubo 12 ataques y 36 homicidios, estando Tulum nuevamente en el ojo del huracán, cuando hombres armados irrumpieron el restaurante Air Beach, sobre la Zona Costera con dirección a Boca Paila. Esa noche, comensales, en su mayoría turistas, estaban cenando cuando iniciaron los disparos; dos personas perdieron la vida y un trabajador resultó herido. La tarde del 25, en un restaurante de mariscos, ubicado sobre la carretera Leona Vicario-Kantunilkín, acribillaron a los familiares, uno de ellos menor de 15 años, de la actual Presidenta Municipal de Puerto Morelos, Blanca Merari Tziu Muñoz, y a un trabajador.
Guardia Nacional, sin eje de acción
Elementos de la Guardia Nacional (GN), lejos de tranquilizar a los pasajeros, los alertaban más, al pedirles que se resguardaran “donde pudieran porque había disparos”. Hasta ese momento, todo indicaba que estaban buscando a los responsables, por lo que el AIC colapsó durante 20 minutos, pues las puertas y accesos se cerraron y los aviones no podían aterrizar.
“Vi mi vida pasar en un segundo. Estábamos por entrar a la terminal, cuando un mar de gente corría para salvarse. Suplicaban que no fuera un acto de terrorismo o de los cárteles que hay en México. También llegamos a pensar que se podría tratar de un ataque de los rusos”, dijo Kevin Williams de Denver, en entrevista para Por Esto!
Fueron minutos de incertidumbre, pues al lugar arribaron más elementos de la GN, acompañados de ambulancias de la Cruz Roja, por lo que las sirenas despertaron aún más la psicosis de los viajeros, los cuales corrieron a otras terminales sin importarles nada, maldiciendo y lamentando el haber vacacionado en el Caribe Mexicano.
“Nosotros estábamos adentro y vimos la estampida de gente que intentaba salir por una sola puerta. Los niños lloraban. Se escuchaban maldiciones y lamentos en todos los idiomas. Nos llevamos un recuerdo muy amargo de Cancún, porque pensamos que la violencia en México ya nos había alcanzado”, detalló Clemént Dupont, de Francia.
Estos hechos han creado un pánico en el turismo, pues cada vez se ven más afectados y ya no se sienten seguros ni el AIC. Tan sólo en lo que va de marzo se contabilizaron 13 ataques y 59 homicidios.
En Playa del Carmen, han sido al menos ocho los comercios, blanco de disparos perpetrados por presuntos integrantes de grupos delictivos, quienes buscan presionar a empresarios a pagar el famoso cobro por “derecho de piso”, sumado a estos hechos realizados por presuntos extorsionadores. En la Entidad, 59 personas, entre ellas dos menores de edad, fueron víctimas de la delincuencia organizada.
A las 11:59, Lucio Hernández, Secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, informó a través de su cuenta de Twitter, sobre un reporte al C5 por detonaciones de arma de fuego, información que corrió como pólvora y al cabo de unos minutos, el aeropuerto de Cancún y la Terminal 3 ya eran tendencia en esa red social, en la que los usuarios que vivieron el momento contaron sus experiencias.
“911 de C5, recibe llamada sobre detonaciones de arma de fuego en la Terminal 3 del aeropuerto de Cancún. Todas las autoridades en el lugar. Al momento no se localizan lesionados, cartuchos percutidos o mayores indicios que confirmen el hecho. Se sigue verificando”, se lee en el tuit.
Los empleados de la terminal aérea no tuvieron tiempo ni de sacar sus pertenencias, pues los transportistas, maleteros, personal de migración, así como pilotos y aeromozas abandonaban la terminal junto con los turistas. No sabían qué había pasado, pero corrían para resguardarse ante la locura que imperaba a su alrededor.
“Yo estaba en la parte de arriba ayudando a una pareja de estadounidenses. Mi trabajo es cargarles las maletas y acompañarlos. Cuando escuchamos un ruido, la gente se volvió loca. Todos gritaban e intentaban salir por el único acceso que había. Lo único que se me ocurrió hacer es resguardarme en el baño con todo y los turistas a los que llevaba”, contó Armando Buendía.
Los trabajadores del aeródromo comenzaron a difundir la información de una supuesta explosión, primero de una máquina de un restaurante, para después decir que fue una de rayos x, sin embargo, la versión seguía siendo extraoficial y ninguna autoridad se atrevía a decir más.
A las 12:30, el Centro Operativo de Emergencias (C.O.E.) del AIC, emitió el primer comunicado en donde descartó que hubiera sido una balacera, así como la explosión de alguna máquina, sin embargo, no dijo la razón del incidente, dejando abierta la posibilidad de múltiples interpretaciones, por lo que lejos de despejar las dudas, las aumentó.
“Los cuerpos de seguridad realizan, en este momento, las investigaciones pertinentes para determinar la causa que provocó la alerta entre los pasajeros y usuarios. En el momento que así sea, se informará de más datos de lo acontecido el día de hoy”, aseguró el C.O.E.
Minutos más tarde, los pasajeros volvían a la terminal, tras el episodio de terror. Varios de ellos no se atrevían a pisar el lugar y preferían esperar en los jardines, lejos de la multitud, sigilosos a que las operaciones se restablecieran y se diera un comunicado de que podían volver.
“Por ahora no nos vamos a mover de aquí, hasta que nos digan que podremos hacerlo. Al momento que corría, me preguntaba en qué momento Cancún dejó de ser un paraíso para convertirse en una disputa de gente mala; un lugar lleno de drogas y balaceras. No esperamos volver pronto. Mi hijo de tres años tuvo una crisis por el ruido y la gente. Es lamentable que no tengan protocolos para estos casos”, dijo Aayden Trembley, sentada en uno de los arbustos.
Los primeros que entraron a la terminal fueron los trabajadores, quienes fueron situados en su lugar para seguir con las operaciones y ayudar a los turistas que se encontraban en crisis y desubicados, por lo que luego de 10 minutos empezaron a ingresar los pasajeros para saber el estatus de sus vuelos.
Maleteros, vendedores y personal que ayuda a personas discapacitadas ya se encontraban en el lugar para continuar con sus actividades; sin embargo, sus rostros mostraban estrés y miedo.
Este ejercicio no le funcionó a todos, pues una mujer que repartía sillas de ruedas, empezó a sentirse mal. Una especie de escalofrío y falta de aire se apoderó de su cuerpo, por lo que sus compañeros la sacaron del lugar, pues estaba teniendo un tercer episodio de estrés.
Fue hasta las 13:00 horas cuando la Guardia Nacional anunció la versión oficial de los hechos, al señalar que no se registraron disparos de arma de fuego ni la explosión de alguna máquina.
“La información disponible nos indica que el sonido pudo ocasionarse por la caída de tres anuncios derribados de manera accidental por un turista. Se continúa investigando”, aseguró la GN.
Por su parte, el Centro Operativo de Emergencias del Aeropuerto Internacional de Cancún detalló que todo se trató de una confusión y mala interpretación de los testigos, lo que provocó que se generaran diversas versiones de lo ocurrido.
“Luego de concluir las investigaciones sobre los eventos reportados, se tuvo como resultado que fue una falsa alarma producida por la mala interpretación de algunos usuarios al escuchar un ruido estridente, producido por la caída de tres letreros, tipo tótem, de aproximadamente 50 kilos cada uno, al ser empujados inadvertidamente por otro usuario que se apresuraba a su puerta de embarque. Lo anterior provocó la difusión, boca a boca, de diversas versiones, todas infundadas, ocasionando la activación de los protocolos de emergencia y evacuación de la Terminal 3”, aseguró el Centro.
Después de los comunicados oficiales, los turistas no podían creer que la caída de unos anuncios creara una confusión de tal magnitud, por lo que criticaron la falta de protocolos ante situaciones de riesgo en el aeródromo del Caribe Mexicano, pues consideraron que las autoridades no están preparadas para salvaguardad la integridad de los visitantes.
“Cuando supimos la razón del suceso, no lo podíamos creer. Esto sólo evidencia la falta de protocolos al interior del aeropuerto. Cómo algo tan sencillo se les fue de las manos. Si hubiera sido una emergencia real, seguro todos hubiéramos terminado muertos. Jamás vimos una situación así en otro país. La violencia e ineficiencia está hundiendo a Cancún como destino turístico”, dijo Jackson Anderson de Florida.
Esta situación generó cinco vuelos cancelados y 12 demorados, por el suceso ocurrido, por lo que destinos hacia Los Ángeles, San Diego, Seattle, Nueva York y Dallas, fueron los afectados, por lo que fueron reprogramados para este martes.
Por su parte, los destinos demorados fueron hacia Canadá, Europa y Estados Unidos, entre los cuales destacaron, Frankfurt, Toronto, Montreal, Denver, Florida, California y San Francisco. Las aerolíneas se mantuvieron al margen de lo sucedido y no quisieron brindar alguna declaración.
Carlos Joaquín, hundido en el silencio
Fiel a su estilo, el Gobernador de Quintana Roo optó por no dar una declaración propia y se basó en las versiones difundidas por otras autoridades, además de dar algunos “Me gusta” y retweets en su cuenta de Twitter, pues cuando más se necesitaba un indicio que avale la seguridad del Estado y no se ponga en duda como destino turístico, prefirió callar, para no someterse a la crítica.
“Dando seguimiento a los acontecimientos del aeropuerto de Cancún, les informo que la autoridad Federal ha hecho todas las revisiones e investigaciones en el lugar y todas han sido negativas a disparos. La concesionaria Asur ha emitido un comunicado al respecto”. Fue la única declaración que hizo, después se dedicó a hablar de la jornada de vacunación, como si nada hubiera pasado.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Quintana Roo, pidió a los medios de comunicación no difundir noticias falsas, pues estaban afectando la imagen del Estado como paraíso turístico, por lo que invitaron a “cuidar el destino”.
Con miedo, tristeza y nerviosismo, los pasajeros fueron abordando sus aviones luego de horas de espera, con el alivio de que estarían de nuevo en casa, con sus familiares y amigos y que la situación no haya pasado a mayores, permaneciendo con vida.
Tras lo sucedido, los memes inundaron las redes sociales, en donde ponían en jaque la ineficiencia de las autoridades quintanarroenses que fueron rebasadas por un par de anuncios que cayeron y desataron el caos en el segundo aeropuerto más importante a nivel nacional.
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CG