El anexo de Chetumal 'Montecristo' tiene un historial de denuncias públicas sobre las pésimas condiciones en las que tienen a los internos, que fueron ingresados al sitio para tratar sus diversas adicciones, ya sea por drogas o por las bebidas alcohólicas, y que algunos son retenidos por personal hasta no pagar una cantidad de dinero o logran escapar del inmueble.
Pese a que no aparece en el registro de Centros de Atención Primaria de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), el lugar opera de manera normal sin que se le suspendan sus actividades; la primera declaración conocida y dada a conocer por Por Esto!, ocurrió en septiembre del 2021.
Hasta ahora, son tres los casos que esta casa editorial ha publicado, donde queda en evidencia el maltrato y otras irregularidades que suceden dentro del centro de rehabilitación en la capital de Quintana Roo, además de que los que han logrado salir denunciaron un procedimiento llamado 'insultoterapia' y otras vejaciones.
Casos denunciados contra el Anexo de Chetumal
El 21 de septiembre del 2021, el señor Genaro 'V', solicitó apoyo de la Policía, debido a que en una de las sedes del Anexo de Chetumal 'Montecristo', no le permitían sacar a su hijo, Antonio 'V', que había sido internado desde el 5 de agosto de ese año, donde vio que se encontraba en malas condiciones, siendo además, diabético.
El exinterno narró que el personal del centro de rehabilitación lo obligaba a firmar pagarés en blanco para permitirle tener 15 minutos para comunicarse con sus familiares, quienes al darse cuenta de la situación, decidieron intervenir, pues habitantes aledaños al lugar le informaron que en la noche se oían gritos de dolor y llantos.
'Sólo nos dejaban dormir tres horas, mientras personal se quedaba de pie observándonos, para después cambiar de turno', declaró a Por Esto! el hombre.
Los familiares, al tratar de sacarlo del Anexo, recibieron trabas y pretextos de colaboradores del lugar, indicando que tenían deudas pendientes con el centro de rehabilitación, hasta que un joven les dijo que si daban siete mil pesos, les entregaban a Antonio, pero Don Genaro es de escasos recursos.
Cuando la Policía Quintana Roo intervino y les dijo que lo que cometían era secuestro, los empleados del sitio liberaron al hombre, y la reacción del señor quedó plasmada en una fotografía tomada por Por Esto! en el momento de su salida del centro, que era una casa habilitada para ese fin.
'Es una casa de ocho metros por veinte, con una lona grande con un logotipo, en la puerta estaban dos sujetos', indicó el hombre que permaneció internado más de un mes en el centro de rehabilitación.
Segundo caso
Tres personas que estaban internadas en el Anexo 'Montecristo' de Chetumal, ubicado en la colonia Magisterial, revelaron las torturas y malos tratos a los que son sometidos los pacientes, por el personal del lugar.
Ellos lograron escapar del centro y corrieron por la avenida Insurgentes buscando ayuda de ciudadanos, pero no obtuvieron respuesta, hasta que elementos de la Dirección de Tránsito, los apoyaron; los hombres, que se identificaron como Giovanni 'N', Mauricio 'N' y Abraham 'N', indicaron que pese a que se vende como un supuesto centro de rehabilitación para adictos, en realidad el personal da malos tratos a los internos.
Explicaron que viven en condiciones insalubres, los alimentan con comida ya echada a perder, bajo el argumento de que es un programa de rehabilitación para que no vuelvan a caer en el alcohol o las drogas.
“La comida que nos llevan los familiares, se la comen los que dirigen la clínica y a nosotros no nos dan nada”, indicó uno de los denunciantes.
Tercer caso
El Centro de Rehabilitación 'Montecristo' restringió la salida de un adulto mayor, pese a que su familia pudiera llevarlo a un centro de salud en Chetumal, debido a que el hombre había perdido peso, además de que presentaba sangre en sus heces y sus pies estaban hinchados.
El afectado fue identificado por sus hijas como 'Guillermo 'N', que fue ingresado por una de ellas debido a que sufre de un problema psiquiátrico; cuando fueron a tratar de liberar su progenitor, el personal les indicó que tenían que pagar 7 mil pesos para que se fuera con ellas, por lo que llamaron a la Policía.
Tras un diálogo con responsables del sitio, lograron que Guillermo “M” saliera del Anexo de Chetumal y pudiese ser revisado por médicos en un hospital de la capital de Quintana Roo.
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CG